El Santander se prepara para hacer una oferta por el Popular
El banco que preside Ana Botín estudia una ampliación de capital de 5.000 millones
El Santander estudia la compra del Popular y ha sondeado a algunos inversores sobre su disposición a suscribir una ampliación de capital de 5.000 millones de euros que serviría tanto para comprar el banco como para fortalecer sus ratios de capital. Así lo aseguraron a última hora de la tarde de ayer fuentes conocedoras de la operación a la agencia Bloomberg. El Popular, que ayer volvió a caer en bolsa –un 6,2%, hasta los 0,317 euros por acción– vale en estos momentos apenas 1.300 millones de euros, después de haber sufrido un importante retroceso en las últimas sesiones como consecuencia de las dudas sobre su balance y la ausencia de ofertas. El Santander optó por no realizar comentarios, como hasta ahora. Desde que se inició la subasta del Popular, en ningún momento ha confirmado su interés por la adquisición.
Según Bloomberg, la entidad que preside Ana Botín no ha tomado una decisión final sobre la oferta ni sobre cómo se financiaría. Obviamente, la ampliación de capital solo se llevaría a cabo en el caso de que el Santander se decida a realizar una oferta a los accionistas del Popular.
La última ampliación de capital del Santander, que tiene el foco en la mejoría del beneficio por acción, se produjo en enero del 2015, cuando pidió al mercado 7.500 millones de euros. Ahora, los analistas consideran que, en comparación con los bancos de su tamaño, el Santander está algo justo de capital. Por eso, la ampliación que podría realizar para comprar el Popular se utilizaría, al mismo tiempo, para fortalecer sus recursos propios.
En el caso de que la operación cristalice, el Santander sumaría los casi 150.000 millones de activos del Popular y alcanzaría los 470.000 millones de balance en España. De esta forma, desbancaría a los líderes actuales –CaixaBank (340.000 millones) y BBVA (330.000)–, que quedarían a una distancia considerable del banco cántabro. Paradójicamente, el Santander es el primer grupo bancario español, pero no ha realizado todavía ninguna adquisición en España durante la crisis, con la excepción de la absorción de su filial Banesto.
La posible operación corporativa se conoció ayer tras el cierre del mercado en España, pero no en Nueva York, donde el Santander también cotiza y se dejaba más de un 3% de su valor cerca del cierre.
Para el Popular, el interés –y la eventual oferta– del Santander puede ser la salvación después de unos meses complicadísimos y una semana terrorífica. Ayer volvieron las caídas en bolsa y las dudas por la falta de visibilidad sobre el futuro. No las despejó ni Luis María Linde, el gobernador del Banco de España, que no ofreció ni una palabra pública de apoyo, ni de defensa de su solvencia, ni de tranquilidad a los inversores o a los clientes en su comparecencia en el Senado. “Así de sencillo, no es el momento, no vengo preparado para eso”, informa Alicia Rodríguez de Paz.
Antes, la alta dirección del banco había acudido a Frankfurt para mantener una reunión al más alto nivel con los supervisores del Banco Central Europeo (BCE) para valorar la situación y las posibles medidas de apoyo. nada trascendió del encuentro, que ni siquiera fue confirmado oficialmente por el banco.
La presentación de una oferta pública de adquisición (opa) sobre el Popular, si llega a producirse, solucionaría el futuro de la entidad, que estaba en el punto de mira de los supervisores de cara a una eventual intervención. Y es que, si no hubiera comprador, parecía casi imposible que se pudiera llevar a cabo una ampliación de capital, ya que lo que no hubiera tenido sentido para los competidores tampoco hubiera parecido una opción interesante para los inversores.
Desde el punto de vista político, la presentación de una oferta por el Popular por parte del Santander supondrá, si se confirma, un fuerte alivio para el Gobierno. En un momento en el que España crece con cierta fuerza y se está creando empleo, la intervención del Popular por parte del Mecanismo Único de Resolución hubiera supuesto un fuerte golpe a la confianza en el país.
LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD Con la sombra de una posible intervención, la venta es la última salida real para el Popular EL SILENCIO DEL GOBERNADOR Luis María Linde, en el Senado: “No es el momento, no vengo preparado para eso”