La ópera llegará mañana en directo por primera vez a prisiones catalanas
Mañana jueves, unos 260 internos de la cárcel Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), oirán en directo piezas como Habanera de Carmen, de Bizet, o Me llaman la primorosa de El barbero de Sevilla, de Giménez y Nieto, interpretadas por la soprano Rocío Martínez, la mezzosoprano Marisa Martins y el pianista Rodrigo de la Vera. Con este recital se estrenará el Proyecto
de prisiones, una prueba piloto que busca acercar la ópera a los presos.
Es la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa de estas características en Catalunya, impulsada conjuntamente por la Generalitat, el Gran Teatro del Liceu y la colaboración de la Obra Social La Caixa, que se complementará con otra audición en Quatre Camins, en La Roca del Vallès (Barcelona), el día 22 de junio. La iniciativa fue presentada ayer por el presidente del Gran Teatro del Liceu, Salvador Alemany; el director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Amand Calderó; el secretario general de Cultura, Pau Villòria, y la directora artística del Liceu, Christina Scheppelmann.
Alemany dejó claro que no quieren que sea un “tema puntual”, sino que debería continuar en el futuro en todas las cárceles catalanas, y defendió que “la cultura no puede estar circunscrita sólo a un segmento de la sociedad”. El propio Alemany remarcó que se trata de que la institución de la Rambla salga de su perímetro habitual y deje atrás “el tópico elitista que suele tener la ópera”, haciendo “un servicio a la sociedad del futuro”.
Calderó hizo especial hincapié en que estas acciones son muy “relevantes” de cara a la inserción de los presos, puesto que contribuyen “a mejorar sus capacidades y a darles unas herramientas para un futuro mejor”. Calderó añadió que los internos han valorado, especialmente, “el hecho de que los artistas estén allí en vivo”, después de que en ocasiones anteriores ya hubieran podido escuchar ópera a través de grabaciones.
En la segunda de las audiciones, en Quatre Camins, repetirá Rodrigo de Vera al piano, acompañado, esta vez, por el tenor David Alegret y el barítono Carlos Daza, con un programa que incluye piezas de Mozart, Donizetti o Toldrà. En este caso, los dúos, arias y romances que se han escogido tienen el amor y la amistad como grandes protagonistas.
Antes de estos recitales, los presos participarán en una serie de talleres, coordinados por la educadora social especializada en música de cada uno de los centros, en los que trabajarán sobre las obras que escucharán, sobre la historia del Liceu o sobre los compositores escogidos.