Bruselas rompe con un tabú histórico y propone financiar armamento
La Comisión Europea quiere inyectar 1.500 millones al año al Fondo de Defensa
Los discursos de la Unión Europea a favor una política de seguridad y defensa común llegan por primera vez acompañados de dinero, de fondos para desarrollar los medios militares necesarios para ponerla en marcha. Rompiendo con un tabú histórico, la Comisión Europea propuso ayer dedicar parte del presupuesto comunitario a financiar el desarrollo, producción y compra de material militar a través de la colaboración entre países.
El plan prevé inyectar, a partir del 2020, 1.500 millones de euros al año a un nuevo Fondo Europeo de Defensa que, en una primera fase, financiará proyectos conjuntos de investigación y en una segunda fase pasaría a respaldar iniciativas industriales más ambiciosas como el desarrollo de drones, helicópteros o satélites de comunicaciones así como su adquisición conjunta.
Hace unos pocos años, la propuesta habría sido impensable. Sólo fue en otoño del 2016 cuando los 28 países de la Unión Europea dieron su visto bueno por unanimidad a la idea de desarrollar una Europa de la Defensa, superando gracias al Brexit el freno histórico que ha sido el Reino Unido en este terreno, las reticencias de los países neutrales y los temores de los países del Este a que esto reduzca los lazos de Europa con la OTAN.
Ha habido otros catalizadores de los planes europeos, como Vladímir Putin con sus acciones bélicas en Ucrania o Donald Trump con su desdén hacia la cooperación transatlántica. “La Comisión Europa está al fin ejerciendo su pleno papel en el impulso de la Defensa europea”, celebró la alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, que apuntó también a los argumentos económicos e industriales para justificar esta apuesta, como hacer más eficiente el gasto militar europeo. Desde el punto de vista de Bruselas, el problema no es que esté por debajo del 2%, como reprocha la OTAN a sus socios europeos, sino cómo se gasta.
Las duplicidades y la falta de cooperación supone pérdidas anuales de entre 25.000 y 100.000 millones de euros, según cálculos de la Comisión, que cree que se podría ahorrar un 30% del gasto militar si se hiciera más contrataciones públicas conjuntas. Mientras Estados Unidos trabaja con 30 tipos diferentes de armamento, en Europa se manejan 178. Estados Unidos tiene un único tipo de carro de combate; Europa, 17. “En Europa, hay más productores de helicópteros que gobiernos capaces de comprarlos”, apunta con ironía la Comisión.
Bruselas propone avanzar en dos fases con el plan, que debe ser aprobado por el Consejo (gobiernos) y el Parlamento Europeo. A primeros de este año se lanzó una primera línea de financiación dotada de 25 millones de euros para impulsar proyectos de investigación conjunta en tecnologías innovadoras en defensa como material electrónico, metamateriales, software de encriptación o robots. Desde el 2020, esta partida se elevaría a 500 millones de euros al año.
La otra función del fondo sería promover la adquisición de capacidades made in Europe. A partir del 2020 se financiaría también el desarrollo de proyectos industriales más ambiciosos a partir de la colaboración de al menos dos países, así como la adquisición conjunta de activos militares, mediante un presupuesto anual de 1.000 millones de euros; el dinero europeo intervendría en la fase más delicada, el desarrollo de prototipos, actuando así como escudo de las inversiones nacionales, que podrían elevarse a unos 5.500 millones de euros al año. El Fondo Europeo de Defensa podrá financiar los proyectos del grupo de países que, en unos meses, liderados por Alemania y Francia, decida avanzar más en este terreno. Bruselas plantea un aliciente más: las contribuciones nacionales a este fondo estarían exentas del computo del déficit a efectos de cumplimiento del pacto de estabilidad.
“Estas propuestas no producirán más paz ni más seguridad ,sólo harán aumentar los beneficios de la industria militar y exacerbará la carrera de armamento mundial”, criticó la asociación pacifista Stop Wapenhandel en un comunicado.