El RACC pide subvenciones para renovar los coches contaminantes
La entidad automovilística propone que las restricciones permanentes se aplacen hasta el 2020
Las administraciones siguen dando pequeños pasos en la concreción de las restricciones de circulación para los vehículos más contaminantes en el entorno de Barcelona. Los anuncios hasta ahora se han centrado en el tipo de vehículos afectados, la delimitación de las zonas de bajas emisiones... pero han dejado de lado la renovación del parque automovilístico vetado.
El Reial Autòmobil Club de Catalunya (RACC) entró ayer en el debate y pidió a la Generalitat que la recaudación del nuevo impuesto sobre las emisiones de CO2 que pagarán el año que viene todos los propietarios de vehículos se dedique a ayudar económicamente a los conductores con un coche antiguo sin etiqueta ambiental afectado por las restricciones. El RACC lo califica de “compensación indispensable”.
La propuesta ya quedaba recogiafectará da en el plan acordado entre la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) en la reunión celebrada en marzo en el palacio de Pedralbes. “El plan de calidad del aire y el acuerdo de la reunión son instrumentos vivos y las propuestas del RACC van en la línea de lo que tenemos previsto”, defiende la secretaria de Medio Ambiente de la Generalitat, Marta Subirà. El Gobierno catalán tiene previsto recaudar 75 millones de euros; la mitad irá destinada a la lucha contra el cambio climático y el compromiso del conseller Josep Rull es que una parte importante de dicha partida se destine a la renovación de la flota.
Además de la petición de subvenciones, el RACC ha presentado a las administraciones durante las últimas semanas una lista de 14 propuestas que mejorar sobre las restricciones de tráfico. La entidad ve con buenos ojos las medidas previstas para mejorar la calidad del aire, aunque pide una aplicación “progresiva y coordinada”. El director técnico de la Fundación RACC, Lluís Puerto, considera que “debe haber una única normativa para todos los usuarios”, que sea común en Barcelona y en la región metropolitana. Los vehículos de más de 20 años verán restringida la circulación en un ámbito de 40 municipios a partir del 2019. En la capital catalana, un año después, la limitación a todos los coches que no tengan etiqueta ambiental, lo que supone alrededor del 50% del parque automovilístico metropolitano. “Sería preferible aplicar también en Barcelona los criterios de restricción a vehículos anteriores a 1997 e ir ampliando el veto progresivamente para que no afecte a más usuarios de los estrictamente necesarios”, valora Puerto. De hecho, el RACC se muestra partidario de atrasar un año la entrada en vigor del conjunto de medidas estructurales, hasta el 2020 “para poner en marcha las medidas con suficiente anticipación para los usuarios”.
Las primeras restricciones, en caso de episodio de contaminación atmosférica, se aplicarán a partir del 1 de diciembre de este mismo año en el perímetro entre las rondas de Barcelona, dejando fuera el entorno industrial de la Zona Franca y los barrios de Vallvidrera, el Tibidabo y Les Planes. Entre las siete de la mañana y las ocho de la noche, todos los vehículos sin etiqueta ambiental tendrán prohibida la circulación, según confirmó ayer el Ayuntamiento en la mesa contra la contaminación del aire convocada por el Consistorio.
Las motos quedarán excluidas de las primeras prohibiciones ya que la DGT aún no ha repartido las etiquetas a los vehículos de dos ruedas. “Los camiones, autobuses y furgonetas también quedarán exentos para no perjudicar a los trabajadores”, explicó la teniente de alcalde de Urbanismo y Ecología, Janet Sanz. Los cálculos del gobierno municipal apuntan que se reducirá un 17% el tráfico en la ciudad y eso supondrá una rebaja del 10% de los niveles de NOx y un 15% de las partículas en suspensión.
A partir de diciembre, en caso de episodio de polución, se restringirá el tráfico de 7 h a 20 h La prohibición puntual eximirá a motos, autobuses, furgonetas y camiones