La Vanguardia

Mercado del arte: lo peor ha pasado

Las ventas confirman la recuperaci­ón, aun con cifras lejanas a las de antes de la recesión

- FERNANDO GARCÍA

El mercado del arte español sale del coma definitiva­mente. No es que su estado sea para tirar cohetes. El paciente sigue débil, con tendencia firme a mejorar pero lejos del vigor que mostraba en los años dorados anteriores a la recesión (2006 y 2007). En números, la recuperaci­ón se cifra en un aumento del 20% en las ventas desde el 2014 –con incremento­s del 12% ese año y del 9% al siguiente–, hasta alcanzar los 385 millones de euros: una suma ligerament­e superior –por primera vez en casi un decenio de depresión– a la registrada en el 2008, pero todavía a distancia considerab­le de los 480 millones de los años anteriores al crac financiero mundial. El diagnóstic­o viene del informe sobre la situación del sector en España que, elaborado por la analista irlandesa Clare McAndrew, hizo público ayer la Obra Social de La Caixa.

Esa leve mejoría en el comercio de obras de arte a escala estatal desde el 2014 es tanto más significat­iva cuanto que, por contra, a escala global las ventas bajaron un 17% durante el mismo periodo. Lo cual, unido a las buenas perspectiv­as de galeristas y marchantes para este ejercicio y el futuro inmediato, permite ser “optimistas”. Así lo ve al menos la economista autora del informe, que en entrevista con La

Vanguardia juzgó factible que en unos pocos años las cifras retornen a los niveles del 2006-7.

No todo son luces. Junto con esta evolución relativame­nte alentadora respecto a las grandes cifras, la radiografí­a de McAndrew apunta a la “cronificac­ión de algunos signos de vulnerabil­idad” en el mercado de obras artísticas. El elemento más destacable en este sentido es una excesiva dependenci­a del exterior para el arte de producción propia, no en las galerías pero sí en las grandes subastas; sobre todo en las de obras de pintores de renombre, vivos o no. “Las ventas en España de algunos de los artistas principale­s, como Picasso, Miró y Dalí, representa­n un 1% o menos sobre el conjunto mundial en 2016”, subrayó la experta. En el caso del malagueño, fuera de España se cerraron operacione­s por importe de varios millones de dólares; así, Mujer sentada se vendió en Sotheby’s Londres por 64 millones de dólares. Pero el precio más alto que se pagó en España durante ese año por una pieza de Picasso, Petit buste de femme, no alcanzó los 20.000 dólares cuando se adjudicó en la casa Segre.

Aunque el caso sea extremo, la tendencia es general. “En la mayoría de los países, el mercado nacional de un artista suele representa­r la mayor proporción de sus ventas. Pero no es eso lo que ocurre con los artistas españoles, de los cuales menos del 5% de sus ventas en el mundo se realizaron el año pasado den- tro del propio país”, indicó McAndrew. Entre los pintores vivos, el caso de Miquel Barceló resulta especialme­nte llamativo. Es verdad que el mallorquín siempre tuvo éxito fuera. Pero su aceptación en casa, en términos económicos proporcion­ales, parece ir drásticame­nte a la baja: si en el 2006 sus ventas en España representa­ron el 32% del total, en el 2016 sólo alcanzaron el 7,6%, sobre un volumen de 2,5 millones de dólares.

En este contexto, no es raro que la balanza comercial del arte arroje superávit, en concreto de 14 millones de euros. No obstante, la diferencia a favor de las ventas al exterior disminuyó en los últimos años de la mano de un importante aumento de las importacio­nes.

Una noticia ambivalent­e, negati- va en bruto pero tal vez positiva en términos de competenci­a, es la de los “bajos precios” del mercado español en comparació­n con el conjunto de Europa; un diferencia­l agravado por el hecho de que la mayor parte de las obras caras se venden fuera. “El apoyo de coleccioni­stas internacio­nales de regiones como América Latina fue esencial en la recuperaci­ón desde el 2014”, destacó al respecto la analista.

El informe anatómico del sector que McAndrew incluye en su examen muestra a las galerías como la parte predominan­te del mercador, con 2.845 empresas–incluyendo también las de intermedia­rios privados y anticuario­s– que el año pasado negociaron el 80% de las ventas totales. Del montante que movieron, el 54% lo facturaron dentro de sus espacios; el 41% en ferias ,y el 5% en internet, dato este último “muy interesant­e” si se tiene en cuenta que el índice de ventas online en el 2013 fue de sólo el 1%. “Los nuevos compradore­s son cada vez más partidario­s de la red”, señaló la autora del informe. Las subastador­as suman unas 120, de las que las 50 principale­s se concentran sobre todo en Madrid y Barcelona.

PROFETAS FUERA DE CASA Frente a la tendencia general, los artistas españoles venden más fuera que en casa DATOS AMBIVALENT­ES Las ventas crecen, pero los precios son bajos; hay fe, pero también quejas por el fisco

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