Viengsay Valdés: “Verán toda la pasión del bailarín cubano”
El Ballet de Cuba lleva una gala de ‘pas de deux’ al Tívoli
Viengsay Valdés es de esas artistas sabias que bajan la voz a medida que su discurso va cobrando intensidad. Primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba desde el 2001, es hoy heredera de la enseñanza directa de Fernando y Alicia Alonso, pues habiéndose rejuvenecido la compañía, tiene la responsabilidad de enseñar a los que suben. “Soy de las que trabajaron con Alicia y con el maestro Fernando, con el que recuerdo ensayar en el hall de su casa la escena de la salida de la casita de Giselle”, dice. “Tengo que transmitir lo que he aprendido. Siento que puedo ayudar a la compañía”.
Sentada en un sofá del teatro Tívoli, comenta el programa con el que la compañía llega hoy (hasta el día 18) a Barcelona. Llevaban seis años trayendo El lago de los cisnes, se había convertido en su clásico, pero por contraste llega ahora con una gala de grandes pas de deux del ballet clásico y romántico titulada
La magia de la danza, que incluye
escenas de Giselle ,de La bella durmiente del bosque, del Cascanueces,
de Coppélia y, por supuesto el pas de deux de Don Quijote –Valdés es conocida por su papel de Kitri– y la dulce y sentida escena del segundo acto del Lago, cuando la bailarina cubana, cuenta, se deshace interpretando a Odette.
“Al escoger los momentos más brillantes, que son los que lucen coreográficamente, ahora se podrá ver al bailarín cubano en todos sus aspectos, demostrando tanto sus dotes histriónicas como su virtuosismo. Y esa virilidad, con grandes saltos y giros dobles pero múltiples que realizan, y esa sensualidad en contraste con la chica, esa sexualidad, la manera nuestra de movernos, esa musicalidad y esa pasión que siente el bailarín cubano aún tratándose de puro clásico y romántico”. Y añade: “Nuestra escuela es excepcional, admirable, y los cubanos transmiten una cierta forma de ser que es contagiosa”.
En su estancia en Barcelona, Valdés bailará cada noche un pas
de deux distinto, como el resto de los bailarines principales. En el estreno de hoy será su momento Kitri. “La que me ha hecho famosa internacionalmente es Kitri, me sale natural, explosiva, alegre en escena, pasional. Y Carmen es otro de los roles que me apasionan, de esos con tantos matices que nunca te cansas de hacer. Dos papeles muy españoles, sí, pero por mi personalidad fuerte me caracterizo por el cisne negro, que me es muy fácil técnicamente, aunque donde de verdad me desvivo hasta el punto de la exquisitez es haciendo de Odette en el segundo acto del Lago... esa ternura, esa suavidad, esa sensualidad... son cosas que me determino”, asegura.
La gala concluye con una pieza de Alicia Alonso, la que lleva el nombre del americano que compuso la música: Sinfonía de
Gottschalk. Una coreografía sencilla, cuyo cuarto y último movimiento servirá de gran cierre. “Es una pieza que sigue manteniendo el aire del clásico, pero con el contraste de ese ritmo de conguita final: una forma de mostrar a la compañía en otra faceta”, dice Valdés.
“Tengo que transmitir lo que he aprendido; siento que puedo ayudar a la compañía”, dice la figura cubana