Así se vigila y se cierra un banco
Errores pasados. La cercanía entre los supervisores bancarios y las entidades financieras se considera una de las razones por las que no se detectaron a tiempo los problemas de entidades en países como España o Irlanda en la última crisis.
Europa al mando. A regañadientes, los países de la zona euro aceptaron ceder a Europa estas competencias. Desde el 2016, la vigilancia de las entidades está centralizada en el Mecanismo Europeo de Supervisión, un organismo ligado al Banco Central Europeo con sede en Frankfurt que se encarga de determinar el grado de solvencia de las mayores entidades financieras de la eurozona. El Banco de España, como sus homólogos, ha pasado a estar subordinado a Frankfurt en las labores de supervisión bancaria.
¿Quién busca soluciones?
En caso de problemas, la Junta Única de Resolución –también conocida como Mecanismo Único de Supervisión (MUR)– se hace cargo desde Bruselas de la reestructuración o liquidación (cierre) de las entidades en apuros. En España, el antiguo Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), creado durante la crisis del 2012, ejecuta sus decisiones a nivel nacional.
Castigo a los accionistas. La
JUR entró en funcionamiento en el 2016 con la vocación de acabar con los rescates bancarios con dinero público. Para ello, la Unión Europea se ha dotado de una nueva directiva de liquidación bancaria que obliga a los accionistas del banco y a los bonistas júnior a asumir pérdidas para reducir al máximo cualquier hipotética inyección de capital público.
Protección a los pequeños ahorradores. Los depósitos están asegurados hasta un máximo de 100.000 euros. Más allá de esta cantidad, teóricamente y en función de la situación de cada banco, también se les aplica quitas.