Autoridades sanitarias
El Gobierno aprueba un decreto que regula las hierbas para fumar en cachimba
Las sociedades científicas critican que España, que marcó el camino al resto de los países de la Unión Europea prohibiendo el consumo de tabaco en todos los espacios cerrados, se ha quedado rezagada en la lucha contra el tabaquismo.
Las sociedades científicas critican la relajación del Ministerio de Sanidad ante el tabaquismo
España se convirtió ayer en el último país de la Unión Europea en trasponer la normativa europea de tabaco de 3 de abril de 2014 y lo ha hecho, además de tarde, sin apenas salirse ni un ápice de lo establecido en la directiva de la UE. El país que marcó camino al resto de sus compañeros continentales prohibiendo en el 2005 y en el 2010 el consumo de tabaco en todos los espacios cerrados se ha quedado rezagado en la lucha contra el tabaquismo, algo que critican con dureza las sociedades científicas, que no entienden esa “falta de voluntad”.
La norma europea se centra en cuestiones del empaquetado y el contenido del tabaco. En este sentido, la mayor novedad es la obligación de la industria de incluir las correspondientes advertencias sanitarias en los envases de los cigarrillos electrónicos y en sus recargas. Esas deberán ocupar un 30% del envase y, además, los dispositivos electrónicos deberán contar con un cierre especial para que no puedan ser manipulados por los niños.
La ocupación de las advertencias sanitarias en los cigarrillos electrónicos serán, sin embargo, de menor tamaño que las fijadas para las cajetillas de tabaco, manteniendo esa paradoja de intentar igualar los primeros con los segundos, pero sin terminar de hacerlo, lo que fomenta la duda entre los fumadores. Las cajetillas llevan (en la práctica, la industria ya ha traspuesto la directiva) advertencias combinadas (textos e imágenes) en las caras anterior y posterior con una superficie del 65% para los cigarrillos y bolsas de picaduras y textos en los laterales ocupando una superficie del 50%. La marca aparece en la parte inferior del paquete.
También se regula por primera vez las hierbas para fumar en cachimba (pipa de agua), una práctica de moda entre los adolescentes desde hace años y que, como señalan los profesionales sanitarios, es una puerta de entrada para el consumo de tabaco. La normativa europea regula sus ingredientes y advertencias sanitarias que deben ir en el etiquetado, ocupando un 30% de la superficie de la cara más visible. Además, señalan desde el Ministerio de Sanidad, debe incluir información sobre el abandono del tabaquismo.
Otra de las novedades que se introducen con este real decreto es la prohibición de comercialización de los productos del tabaco con aromas característicos, vitaminas, cafeína, taurina y otros aditivos asociados con energía y vitalidad, colorantes, o bien que faciliten la ingesta o la inhalación de nicotina, así como aditivos que tengan propiedades tóxicas, carcinogenéticas o mutagénicas. De nuevo, se pone especial interés en esos productos para la cachimba, muchos de ellos con aromas y sabores que llevan a la confusión entre los adolescentes. Porque sí, llevan nicotina.
El nuevo decreto prohíbe, además, la comercialización de paquetes de tabaco pequeños. Todos deberán contener como mínimo 20 cigarrillos.