Puigdemont anuncia una campaña para explicar la ley de transitoriedad
El president prevé empezar a detallar a finales de mes “cómo haremos las cosas”
La cuenta atrás hacia el 1-O está en marcha desde el esperado anuncio, el viernes, de la fecha y la pregunta del referéndum. El calendario, a pesar de ello, es todavía muy incierto, aunque ayer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, empezó a concretar algunos de los pasos que han de conducir hasta su celebración efectiva. El primero de ellos será dar a conocer el contenido de la ley de transitoriedad –la principal de las llamadas leyes de desconexión–, previsiblemente a finales del presente mes de junio o, a lo sumo, la primera semana de julio.
“A medida que madure el redactado de la ley, el contenido será explicado”, garantizó el jefe del Govern, que especificó que “antes de acabar el mes de junio o, como muy tarde, la primera semana de julio habrá una campaña para explicar todos los contenidos de la ley y la manera cómo haremos las cosas en este último tramo de este centenar de días”. En la ley de transitoriedad llevan meses trabajando, de forma absolutamente secreta, Junts pel Sí y la CUP y, sobre el papel, está llamada a ser la norma que dé cobertura jurídica al referéndum –con independencia de que al final esta parte pueda acabar teniendo entidad propia– y la arquitectura legal que permita pasar de “la ley a ley” en el supuesto de un triunfo del sí. En todo caso, el hecho de que se haga público su contenido servirá para saber detalles esenciales como, por ejemplo, qué condiciones y garantías ampararán la consulta.
La campaña para dar a conocer la ley de transitoriedad no implicará, no obstante, su aprobación inmediata, sino que esta no está prevista hasta finales de agosto, probablemente la última semana, a lo que Puigdemont precisó que le seguirá, a principios de septiembre, quizás la primera semana, la firma del decreto de convocatoria del referéndum. Una convocatoria que no descartó que acaben firmando todos los miembros del Govern e incluso otros cargos electos. “No será ningún problema si en el decreto de convocatoria hay más firmas aparte de la mía, sería una buena señal para dejar claro que esto no es un proyecto de ninguna persona concreta”, declaró, al tiempo que revelaba: “Se me ha dirigido mucha gente de fuera del Govern para decirme que también querría firmarlo”, en referencia a “alcaldes, concejales, diputados, gente de la Administración...”.
“Lo que tenemos que hacer el Govern y el Parlament es prepararlo todo para que el referéndum se pueda convocar en tiempo y forma”, subrayó el presidente de la Generalitat, que en una entrevista en RAC1 aprovechó para garantizar que la previsible suspensión por parte del Tribunal Constitu- cional, a instancias del Gobierno español, no detendrá el proceso. “El siguiente paso que hará el Govern si el TC anula la convocatoria del referéndum será continuar con la organización y garantizar que se celebrará con todas las condiciones”, se comprometió, convencido de que “la inhabilitación es la consecuencia de un proceso judicial, no es un procedimiento exprés” y, en consecuencia, entiende que “entre la convocatoria y la celebración del referéndum es extraño que pueda haber un proceso judicial tan rápido que lleve a la inhabilitación”.
Antes de todo ello, Puigdemont tiene intención de zanjar otro trámite, como es el de enviar una carta a la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, para poder explicar el 1-O en la Cámara Baja, con un debate cara a cara con Mariano Rajoy, pero sin ninguna votación, tal como había avanzado
La Vanguardia. La idea es remitirla esta misma semana, con el objetivo de que pudiera acudir a la cita antes de vacaciones, a pesar de que la primera reacción del Gobierno español ya ha sido contraria a la fórmula. “Puede ser útil si finalmente pudo ir a explicar lo que está pasando desde mi punto de vista y a escuchar el debate que se pueda generar”, porque “la situación política de Catalunya demanda que, ya en el Senado, en el Congreso o en la conferencia de presidentes, pueda hacer el informe que me parece que los electos españoles tienen el deber de escuchar”, remachó.
El jefe del Govern precisa el calendario y sitúa la convocatoria del 1-O a principios de septiembre