Pagará quien convoque
Estamos ante una convocatoria a fecha fija del 1 de octubre con pregunta, bandera, banda y música. Así las cosas, se prodigan en el campo independentista los momentos de encuentro físico muy útiles para cobrar ánimos y se multiplican las proclamas cortadas por el patrón del “No nos moverán”, mientras se evita descubrir el pastel del itinerario y del procedimiento y se evita dejar pistas al Gobierno, quien, por su parte, se mantiene en el “no es no” sin adelantar las cartas que jugaría llegado el caso de que la intentona del referéndum cristalizara en urnas unilaterales. La puesta en escena parecería un calco del diálogo de Melos, ejemplo paradigmático de ambigüedad calculada recogido por Tucídides en su Historia de la
guerra del Peloponeso (431-404 a.C.). En todo caso, como canta Serrat, “nada ni nadie puede impedir que las agujas avancen en el reloj”.
Dos episodios recientes merecerían alguna glosa. El primero sucedió el domingo cuando Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, puso su voz a un manifiesto pidiendo ayuda internacional “contra el Estado autoritario”. Será difícil de acopiar a menos que el autoritarismo del Estado opresor adquiriera suficiente visibilidad. Por eso necesitan los indepes de manera perentoria la fotografía del guardia civil con tricornio requisando las urnas y de ahí, también, el intento denodado del Gobierno por ahorrarse esa imagen. Observemos que leyes que permanecen secretas, que se aprueban de urgencia, conforme a reglamentos parlamentarios improvisados ad hoc, que se proclaman in voce sin pasar al canal escrito, parecen muestras del autoritarismo que se denuncia.
El segundo episodio lo ha protagonizado ayer lunes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en Los desayunos de RTVE, alertando de una estrategia de tensión de los indepes que “busca provocar la reacción del Estado”. Para la número dos del Ejecutivo, sin una palabra más alta que otra ya se han tomado las medidas para evitar la celebración del referéndum separatista. Su advertencia adicional fue que quien convoque pagará las costas de esa ronda a sus propias expensas.