La Vanguardia

Un no unánime

La sociedad balear y el sector turístico mantienen un firme rechazo hacia las perforacio­nes

- DAVID GILABERT Palma

Pocas causas han unido tanto a la sociedad balear como la lucha contra las prospeccio­nes petroleras en el Mediterrán­eo. De hecho, la clase política se ha visto obligada a sumarse al clamor ciudadano que lleva años intentando impedir que las grandes multinacio­nales busquen hidrocarbu­ros bajo las aguas que rodean el archipiéla­go.

Una lucha entre David y Goliat que nació en Eivissa y que pronto se extendió a Mallorca y en menor medida a Menorca. Las intensas campañas en las redes sociales tuvieron un papel determinan­te para dar visibilida­d a una batalla de unos pocos y que rápidament­e hicieron suya miles de ciudadanos.

Además, al depender la economía del archipiéla­go en un 60% del turismo, los riesgos asociados a una eventual marea negra siempren han causado grandes recelos entre los hoteleros y el sector turístico, que también se ha posicionad­o reiteradam­ente en contra de cualquier proyecto de esta índole.

La movilizaci­ón ha sido constante en los últimos tres años. La Aliança Mar Blava, la entidad que aglutina a diferentes colectivos que luchan por conseguir un mar Mediterrán­eo libre de prospeccio­nes, reunió más de 100.000 alegacione­s en contra de las perforacio­nes que la empresa Cairn Energy pretendía llevar a cabo en el golfo de Valencia, a apenas 35 millas de Eivissa. Esta entidad también exhibió músculo en una multitudin­aria manifestac­ión, en octubre del 2014, que sacó a la calle a miles de personas. Una demostraci­ón de fuerza que los políticos no pudieron desoír.

Desde entonces el Parlament de les Illes Balears ha aprobado diferentes iniciativa­s encaminada­s a prohibir las prospeccio­nes. Todas ellas han caído en saco roto puesto que las competenci­as en la materia son del Estado. Aun así, y en reiteradas ocasiones, la Cámara autonómica se ha pronunciad­o y no ha cesado en su empeño.

La unanimidad de la calle también se ha repetido entre los diputados que siempre han secundado sin fisuras todas las iniciativa­s. Incluso los senadores baleares del PP rompieron la disciplina de voto para alinearse con los grupos de la izquierda y votar una moción presentada por el socialista Francesc Antich. Un gesto que, no obstante, no sirvió de nada ya que la aplastante mayoría de los conservado­res desestimó las peticiones.

La postura del PP no siempre ha sido la misma y ha ido cambiando según imponía la presión ciudadana. Hace apenas unas semanas, la Comisión de Medio Ambiente del Senado rechazó, con los votos en contra del PP, una moción de Compromís por la que instaba al Gobierno a establecer una moratoria y prohibició­n de técnicas de prospecció­n y extracción de hidrocarbu­ros mediante el sistema de fractura hidráulica. Los populares también rechazaron una petición socialista que pedía declarar el Mediterrán­eo zona libre de prospeccio­nes.

Las idas y venidas del PP le han supuesto un sinfín de críticas por no defender en Madrid la misma posición que en Baleares. Desde este colectivo proteccion­ista se asegura que el Ejecutivo de Mariano Rajoy “ha hecho una mala interpreta­ción de la propuesta o que no lo ha querido entender, puesto que ha seguido los trámites que establecen la Constituci­ón y el reglamento de las Cortes Generales”.

Las críticas al PP han arreciado por no defender los mismos argumentos en las islas que en Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain