Se lanza al puerto con el coche de un moroso
El hombre, mecánico, acababa de pasar la ITV del Mercedes de un cliente que le debía dinero
Arenys de Mar
En el puerto de Arenys de Mar (Maresme) no hay otro tema de conversación. Entre la hilaridad y la preocupación, los pescadores desgranan anécdotas de un insólito episodio del que fueron testigos el pasado martes, poco antes de las siete de la tarde. “El puerto es una zona de trabajo y es habitual que haya accidentes, pero nunca un hecho tan impresionante como que un conductor, premeditadamente, se lance con el coche al agua a toda velocidad”, cuenta Javier S., uno de los pocos trabajadores que el lunes se encontraban en tierra, en el muelle preparando las cajas para la subasta.
Las versiones coincidentes hablan de un hombre, de unos 30 años, vestido con ropa deportiva, “con unos pantalones de chándal y una gorra”, que se acercó a los operarios de una gran máquina retroexcavadora que trabaja en la remodelación de la zona de surtidores para el suministro de combustible y les anunció que iba a protagonizar una hazaña que triunfaría en las redes sociales.
Luis G., uno de los operarios de la excavadora, aún no sale de su asombro. “Se acercó, nos dio la mano y nos preguntó si la máquina sería capaz de sacar del fondo del puerto un Mercedes”. Al principio no le hicieron mucho caso. “Podía ser uno de los típicos pesados que te acribillan a preguntas o te ofrecen comprar una bolsa de chanquetes”, reconocen. Pero poco después algo captó su atención. El mismo individuo, visiblemente nervioso, deambulaba sin parar por el muelle, dando vueltas alrededor de un imponente coche negro, un Mercedes “no demasiado nuevo, con la letra H de matrícula”, recuerdan los operarios.
Apenas unos minutos después, el tipo volvía al acecho, pero, con mucha más determinación, “nos gritó que grabásemos lo que iba a hacer”. Luis tuvo el tiempo justo de sacar el teléfono móvil y empezar a registrar una escena inolvidable. El sujeto entró en el coche, que estaba estacionado en el extremo más alejado del muelle de la Cofradía de Pescadores. Puso en marcha el motor, recorrió unos quince metros marcha atrás, se detuvo y aceleró bruscamente hacia el muelle, sin detenerse. “El coche voló unos diez metros por el aire hasta estrellarse sobre el agua”.
Al principio, el “conductor loco” quedó aturdido en el interior del coche, mientras desde el muelle le gritaban que saliera, “ya que el coche se iba a hundir”. Desde una embarcación de arrastre, que en aquel momento entraba en el puerto, le lanzaron un cabo. Lo asió y pudo ser rescatado del agua por unos desconcertados marineros de un barco de arrastre. “En pocos segundos el coche se hundió a peso”, recuerdan.
No tardaron en movilizarse todos los servicios de seguridad, Mossos d’Esquadra, Guardia Civil, policía local, varias embarcaciones de Salvamento y una dotación de buzos, que sujetó el vehículo a cuatro grandes bolas hinchables para reflotarlo e izarlo hasta el muelle, donde hasta ayer aún permanecía estacionado. Según el sargento Sebastián Gorriz, de la Policía de Arenys de Mar, “la prioridad era rescatar a la posible víctima”, como así sucedió.
El hombre salió ileso y al pisar el hormigón de la dársena fue preguntado por su actuación. “Se le veía muy tranquilo, pero cansado, como si se hubiera quitado un gran peso de encima”, recuerda Luis, el gruísta. La policía le espetó que lo que acababa de hacer no tenía ninguna gracia, a lo que replicó: “Verás la gracia que le va a hacer al propietario del coche”.
Según lo que ha trascendido de distintas fuentes locales, el protagonista de la hazaña es un mecánico de una población vecina a Arenys de Mar que acababa de pasar la ITV al Mercedes de un cliente que al parecer le debía dinero, por lo que, “presa de un ataque de ansiedad”, tramó una cruel venganza. Él mismo reconoció que “tenía mucha depresión y que quería acabar con todo, pero que, pese a haberlo intentado en varias ocasiones, nunca lo conseguía”. Entre todos intentaron calmarle haciéndole ver que sus problemas tienen solución, a lo que él respondía entre sollozos: “Estos problemas no, estos no”.
Fuentes de los cuerpos de seguridad descartaron inmediatamente que el móvil del incidente fuera el suicidio, ya que “se tiró con las ventanas abiertas, en una zona de poca altura y profundidad”, por lo que toma forma la versión de la venganza contra un cliente moroso. Con todo, el hombre quedó ingresado en el área de psiquiatría del hospital de Mataró.
El individuo urgió a los operarios de una grúa que grabasen la escena que pensaba protagonizar Saltó a toda velocidad por la dársena y pudo salir antes de que el vehículo se hundiera en pocos segundos