“Ante todo, respeto”
Fred Vergnoux analiza la relación entre Belmonte, su pupila, y Hosszú
En agosto, en Río, Mireia Belmonte (26) se proclamaba campeona olímpica de los 200 m mariposa. Y entonces, Katinka Hosszú (28) hizo algo excepcional: se fue hacia Belmonte y le dedicó una felicitación.
–¿Tan extraordinario es eso? –le pregunto a Fred Vergnoux, el entrenador de Belmonte.
–No lo había hecho nunca. Hosszú nunca había felicitado a Mireia por nada.
–Es decir, que desde entonces se llevan bien...
–No sé si son amigas. Sí sé que se saludan cuando se ven. Pero sobre todo, tengo muy claro que se respetan. Y al fin y al cabo, nada hay más importante que eso. El aplauso tras un triunfo... No es poca cosa. Hosszú, la estrella actual de la natación húngara, nunca se prodigó en elogios. Se trata de una competidora feroz: Iron Lady, se lee en la camiseta de su marido, Shane Tusup.
Iron Lady, su identidad en Twitter. La dama de hierro. Su firma.
En cierto modo, Hosszú es una criatura de Tusup.
Tusup, su técnico y también su marido, empezó a moldearla hace cinco años. La historia arranca en Londres 2012.
A Hosszú, aquellos Juegos le habían sentado como un tiro. Se había plantado allí bajo la aureola de favorita. Fracasó. Todo lo que sacó de Inglaterra fue un cuarto puesto en los 400 m estilos. Y una rabieta. Lo primero que hizo fue hablar con su novio. Lo adivinan: era Tusup. Hosszú le pidió que la entrenara. Y él asintió.
Lo haría. Aunque a su manera. Para entonces, Tusup había decidido dejar de competir. Era un espaldista frustrado, de nivel local, en la Universidad de Southern California, donde ambos se entrenaban y competían.
Tusup estaba buscándose una alternativa. Hosszú se la estaba ofreciendo.
La fórmula era estajanovista. El método de Tusup se apoya en la exploración de los límites: hay que competir en tantas competiciones como sea posible.
–Así, te quitas presión de encima –se justifica Hosszú.
Y está el celo profesional. Algún nadador lo ha advertido: –He visto entrenadores muy duros. Pero ninguno como Tusup.
Eso contaba Jessica Hardy el otro verano, en Río. Es una importante nadadora estadounidense.
–La verdad es que Tusup lleva las cosas demasiado lejos –dice Vergnoux, más diplomático.
Mientras Vergnoux conversaba con La Vanguardia, ayer en la piscina Pere Serrat del CN Sant Andreu, Tusup permanecía junto a Hosszú. Su nadadora estaba tumbada en la camilla, en manos del fisioterapeuta. La escena es recurrente. Cuentan que durante una larga entrevista de quince horas para el New York Times en Budapest, Hosszú y Tusup solo se separaron una vez. Ocurrió cuando ella fue al baño. Más tarde, ayer Hosszú saltó a la piscina. Y allí, en los 400 m estilos, ambas se enfrentaron: Hosszú y Belmonte. Hosszú iba por la calle cuatro. Belmonte, por la cinco.
Y Vergnoux y Tusup contemplaban la escena desde la orilla. El uno, a treinta metros del otro.
Fue un espectáculo interesante, dentro y fuera de la piscina. Mientras Hosszú braceaba, Tusup se retorcía. Aplaudía a su chica. Escupía en el suelo. Voceaba.
Y su voz, un alarido similar al de una hiena, retumbaba en el lugar.
Hosszú se adjudicó la prueba con un margen notable. Marcó 4m33s71, cinco segundos menos que Hannah Miley. Belmonte, que fue recuperando posiciones, acabó tercera, en 4m41s76. Cuando salió de la piscina, Belmonte se iba derrengada. Acumulaba ácido láctico en hombros y piernas. Media hora antes, había registrado 16m17s36 en los 1.500 m.
–No es la hora de estar en forma. Mireia ha nadado la segunda parte más rápido que la primera. Esa es una magnífica señal: va asimilando el volumen –dijo Vergnoux.
Hosszú volvió a nadar más tarde. Lo hizo en los 200 m estilos. Falló. Fue cuarta, en 1m59s44.
–Todavía no hemos decidido cuántas pruebas haremos en Budapest. Aún queda mucho tiempo –contaba Tusup a La Vanguardia.
Budapest acogerá los Mundiales, a finales de julio..
PRIMER DUELO La húngara superó ayer a Belmonte en los 400 m estilos, en la piscina del CN Sant Andreu
DETALLE EN RÍO “Después de que Mireia lograra el oro en Río, Hosszú fue a saludarla; eso era nuevo”, dice Vergnoux
EL ENTRENADOR DE HOSSZÚ “Aún no hemos decidido cuántas pruebas nadaremos en Budapest; queda mucho”, dice Tusup