Panamá sustituye a Taiwán por China
Pekín asestó ayer un duro golpe a Taiwán, al establecer relaciones diplomáticas con Panamá y obligarle a romper sus lazos con Taipei. Tras este movimiento, la llamada isla rebelde por los líderes comunistas reaccionó con dureza y su presidenta, Tsai Ingwen, dijo que “este tipo de acciones no favorecen ni la paz ni la estabilidad en la región”.
El anuncio de este acuerdo, que debilita aún más la proyección exterior de Taiwán, corrió a cargo del ministro de Exteriores chino, Wang Yi, y la vicepresidenta panameña, Isabel de Saint Malo, que brindaron con champán tras la firma del convenio en Pekín, un acuerdo que Wang calificó de “momento histórico” y que para Panamá supone reconocer el principio de “una sola China” y que “Taiwán forma parte inalienable del territorio chino”, según el comunicado.
Al aceptar estos principios, el país latinoamericano anunció asimismo que rompía sus relaciones con Taiwán y se comprometía a dejar de tener “todo tipo de relación o contacto oficial” con Taipéi. Un duro golpe para la diplomacia isleña, que pierde a su principal socio latinoamericano, al ser el más rico de la zona y uno de los de mayor peso político por su estratégica situación.
Su presidente, Juan Carlos Varela, justificó el cambio de alianza por razones económicas. China es el segundo país que más usa el canal, después de EE.UU., con un tráfico de mercancías equivalente al 19% del total, y es el principal proveedor de productos de consumo de la zona franca de Colón, una de las más grandes de América Latina.