Rajoy ve “letal para España” que Iglesias sea presidente
El jefe del Gobierno asume en solitario la defensa de su gestión
Debate cuerpo a cuerpo de Mariano Rajoy con Pablo Iglesias, para responder a la moción de censura presentada por Irene Montero y el programa de Podemos. El presidente asumió en solitario el rechazo a esta iniciativa para reivindicarse a sí mismo, a su partido, a su Gobierno y defender su gestión. Y lo hizo contraponiendo sus logros económicos con las propuestas de Podemos y los peligros que, a su juicio, supondría un ejecutivo de Iglesias.
Rajoy había ordenado a sus ministros estar listos para intervenir en el debate, mientras él mismo se preparaba de forma concienzuda para responder. Y lo hizo, a juicio de los diputados del PP, de forma efectiva, ya que salieron de las ocho horas de debate con la impresión de que Rajoy salía reforzado.
Críticas a la misma moción de censura, llena, a su juicio, de “excesos, infundios, calumnias, maledicencias y embustes”, que llegó a calificar de “trampantojo que no resiste comparación con la realidad”, porque “las instituciones funcionan, la economía crece, se crea empleo y nada es como usted lo pin- ta”. Su conclusión fue que era “una moción contra la estabilidad de España” y, por lo tanto, “España gana si ustedes pierden”.
Con este preámbulo, en respuesta a la moción, su contestación al programa planteado por el líder de Podemos consistió en enumerar los peligros de un hipotético gabinete de Iglesias. “Un gobierno presidido por usted o donde usted goce de alguna influencia sería un gobierno letal para el bienestar general y el modelo de convivencia que nos hemos dado”.
Rajoy centró este peligro en dos ámbitos: la economía y el modelo territorial, o más bien la defensa de la soberanía y la unidad de España, con la ambigüedad que, en su opinión, mantiene Podemos sobre el derecho a decidir o el referéndum de autodeterminación, sobre el que interrogó una y otra vez al candidato durante las ocho intervenciones con las que se replicaron uno y otro, sin que se aclarara la propuesta concreta de Iglesias.
“Usted no debe gobernar España” o “usted no puede ser presidente del gobierno” fueron las coletillas con la que Rajoy explicó cada uno de los peligros de que triunfara la moción de censura e Iglesias fuera presidente. Principalmente porque “se volvería a la crisis de la que tanto nos ha costado salir”, porque “promete bienestar para todos con políticas que nos devolverían a lo peor de la crisis”. Se volvería al gasto descontrolado, al déficit público, a la destrucción de empleo. Como conclusión, Pablo Iglesias no debe ser presidente: “Ni usted se merece ese honor, ni España ese castigo”.
Según el líder del PP, sus motivos son claros: entre otras cosas, la concepción de la política que tiene Iglesias, que trató de descalificar en su integridad, la “política espectáculo”, que consiste sólo en gestos, “puestas en escena, eslóganes y poses fotográficas”. Y también, le dijo Rajoy a Iglesias, “porque es usted una ficción estratégica al servicio de una ideología que oculta sus intenciones”. Y añadió: “Tiene mucha prisa para su programa de asalto al poder, porque siente que la ocasión se le escapa, y su principal antagonista se recupera”.
En esa réplica a la moción y al programa de gobierno de Iglesias, Rajoy no esquivó las acusaciones de corrupción que primaron en la presentación de la portavoz del grupo de Unidos Podemos y las confluencias, Irene Montero. “La corrupción es demasiado grave como para que se banalice”, dijo. “En el PP hay corruptos, sí, pero el PP no es corrupto, y por eso los españoles nos renuevan su confianza. En España hay demasiados corruptos, pero no es un país corrupto”, indicó Rajoy.
El líder del PP al de Podemos: “Usted no se merece el honor de ser presidente, ni España ese castigo”