A subasta el anillo de Picasso para Dora Maar
Dora Maar murió en 1997, nonagenaria y completamente sola, tras haber pasado sus últimos años recluida en su apartamento parisino. Pero conservó hasta el final de sus días el anillo que Pablo Picasso había diseñado y elaborado para ella en los años en que fueron amantes, entre 1936 y 1945. La joya, con un retrato de la propia Maar, sale por primera vez a subasta la próxima semana en Londres con un valor de 570.000 euros. El pintor malagueño la hizo con sus propias manos y se lo regaló a la artista parisina para hacer las paces con ella tras una pelea.
En un paseo por el puente Nuevo de París, Picasso había reprochado a su musa que le hubiera convencido para vender una obra suya a cambio de un anillo de rubí, a lo que Maar respondió quitándose el anillo y lanzándolo de forma impulsiva al río Sena. Sintiéndose culpable, Picasso diseñó entonces para ella la joya que el 21 de junio sale a subasta en la casa londinense de Sotheby’s.
Dora Maar, hija de un arquitecto croata que hizo fortuna en Argentina, fue pintora y fotógrafa, y formó parte de los círculos más vanguardistas del París de los años veinte y treinta, frecuentando las mesas de los cafés a los que eran asiduos los artistas de la época.
Su manera de entender la fotografía y su popularidad entre los surrealistas le valieron a Dora para entrar en la vida de Picasso, en 1936, a quien sirvió de inspiración y modelo en sus obras. A la vez, Maar documentó con su cámara fotográfica la realización del
Gernika.
Su relación con el artista malagueño fue apasionada y tormentosa hasta que, en 1945, él la abandonó por Françoise Gilot, 20 años más joven que ella y con 40 años menos que él. Dora inició entonces un descenso a los infiernos, recaló en hospitales psiquiátricos y acabó refugiada y apartada del mundo en su apartamento parisino durante el resto de su vida. / Redacción