Los inspectores dudan del cálculo del agujero del Popular
Los técnicos del Banco de España critican los test de solvencia
La Asociación de Inspectores y Auditores Informáticos del Banco de España puso ayer en duda el supuesto agujero de entre 2.000 y 8.000 millones de euros detectado en el Banco Popular por un “experto independiente”. En una nota, la asociación califica de “llamativo” que la valoración de las pérdidas estimadas del Banco Popular, que, según se ha publicado, ha realizado la firma auditora Deloitte, establezca un rango de entre 2.000 y 8.000 millones de euros en función de los escenarios que se consideren. Esto lleva a pensar, indica el comunicado, que o los “escenarios” son de una diversidad extrema, o el “experto” no lo es tanto, o no lo es su independencia.
Los inspectores también consideran “sorprendentes” las afirmaciones sobre que se ha tratado de una crisis de liquidez y no de solvencia. A su juicio, normalmente “la una conduce a la otra”, pero si se adoptan las medidas adecuadas “resulta difícil de aceptar que hoy en día cualquier entidad financiera, por grande que sea, pueda verse abocada a la quiebra por un problema estrictamente de liquidez”. Esto es “un indicio sólido” de que los garantes de la estabilidad financiera no han procedido de la manera más adecuada.
En su comunicación, los especialistas del Banco de España ironizan sobre el hecho de estar satisfechos, porque consideran que un rescate o intervención llevado a cabo sin coste directo para el contribuyente es como estar contentos porque un paciente haya fallecido sin contagiar a nadie, ya que eso supone que se permitió “que la enfermedad siguiera su curso hasta convertirse en incurable”.
La asociación no se opone a la existencia de un sistema de supervisión financiera europeo, pero lamenta la rigidez del actual modelo, que limita el alcance de una inspección y prácticamente no deja lugar a imprevistos que puedan surgir y a los que hay que hacer frente con mayor flexibilidad, ampliando el plazo o el alcance de la inspección.
También se quejan de la “futilidad” de los test de solvencia a los que se somete a las entidades financieras, pues “por la vía de los hechos” han sido un fracaso.
En opinión de la asociación de inspectores y auditores, el empeño en establecer en un plazo “exageradamente breve” una supervisión bancaria conjunta europea, sin detenerse lo suficiente en cómo hacerlo de manera eficaz, sólo sirve para que ahora sea “mucho más difícil que antes” establecer la responsabilidad de supervisores y reguladores.
Los expertos ven sorprendente que se trate de una crisis de liquidez y no de solvencia