El Banco de España evita la autocrítica
El informe del supervisor atribuye a la recaída de la crisis los problemas bancarios
El informe del Banco de España sobre su actuación antes y durante la crisis evita autocríticas explícitas y desvía hacia los problemas de regulación y las políticas de los gobiernos las principales responsabilidades.
Informe forense. Cronológico, preciso, expositivo. Hasta aquí. Apenas nada concreto de los “errores” e “insuficiencias” que el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, apuntó al anunciar en febrero un informe sobre la crisis, justo durante la polvareda causada por la imputación de buena parte de la antigua cúpula del supervisor, incluido Miguel Ángel Fernández Ordóñez, por el caso Bankia. Semanas después de que estos fueran eximidos, llegó ayer el esperado informe, llamado a diseccionar qué ocurrió durante la Gran Recesión y que concluye que los instrumentos de supervisión con que contaban fueron “insuficientes”.
No se trata de “acusar a nadie ni de exculpar a nadie”, se exponen los hechos y los demás han de extraer Las escasísimas alusiones críticas a la actuación del organismo e incluso de los distintos gobiernos de turno y los actores económicos se encuentran sobre todo hasta el 2007 –con José María Aznar y José Luis Zapatero en La Moncloa–. Durante la expansión, asegura el informe, la política fiscal no fue “suficientemente contracíclica”, mientras se acumularon grandes desequilibrios por el endeudamiento del sector privado residente, la dependencia de la financiación externa, el peso del sector inmobiliario en la economía, la sobrevaloración del precio de los activos inmobiliarios y la pérdida de competitividad.
El análisis señala que el sistema bancario en España “resistió razonablemente” los primeros compases de la crisis financiera generada a mediados del 2007, pero que ya en el 2009 se enfrentaron a problemas de solvencia, cuando el crédito se secó drásticamente. Y cómo la crisis del euro mandó al traste, a finales del 2010 y principios del 2011, las previsiones de un mínimo crecimiento, para abrirse la segunda recesión, más dura que la inicial.
En esas fechas comienza el proceso de fusión de las cajas de ahorro. A pesar de la sucesión de medidas adoptadas y corregidas que detalla el informe, el Banco de España defiende la tesis de que no se pudo adoptar otra opción que la de inyectar ayudas públicas a 14 cajas de ahorro. “No había alternativa”, insisten fuentes del Banco de España, mientras el documento da por irrecuperables 60.613 millones de euros, 39.542 millones del FROB (por tanto, públicos) y 21.071 millones del Fondo de Garantía de Depósitos (financiado por las entidades bancarias). Este cálculo sobre ayudas netas a la reestructuración bancaria, a fecha de 31 de diciembre del 2015, supone enterrar en el proceso de rescate 78 de cada 100 euros empleados. La estimación parte ade-
HUIR DE LAS VALORACIONES “No acusamos a nadie ni exculpamos a nadie”, señalan desde el Banco de España
“EN PERSPECTIVA” Los escasos peros a la actuación política se concentran en la época previa a la recesión
más del supuesto de que en un futuro el FROB acabará recuperando 12.198 millones con la venta de activos inmobiliarios. De momento, únicamente tienen constancia de que se han logrado revertir 4.198 millones. El Banco de España señala, en todo caso, que no se cerrará la cifra definitiva hasta que se complete la privatización de BMN y Bankia, y de que el FROB se acabe deshaciendo de todos sus activos.
La estructura del informe se ciñe a la descripción del contexto macroeconómico de cada momento, la situación del sector bancario, las medidas legales que se fueron adoptando y la intervención del propio supervisor. El documento señala que las “insuficiencias” en las herramientas de control del sistema financiero evidenciaron vulnerabilidades como el elevado crecimiento del crédito al sector privado, su concentración en el ladrillo y la dependencia de la financiación mayorista. También cita la influencia negativa de una arquitectura de la zona euro “incompleta”. Y reconocen que fue necesario introducir mayores requerimientos a las entidades financieras (ratios de capital, colchones anticíclicos...) y nuevas herramientas para la identificación temprana de los riesgos financieros. En la reseña del proceso de fusión de las cajas, que han pasado de 45 a 10 (incluidos ocho que hoy son bancos), aparecen apuntados tam- más esquemático, condicionado, según el supervisor, porque está pendiente de resolución judicial.
Los responsables del Banco de España confían en que este informe sirva de base para los trabajos de la comisión parlamentaria sobre la crisis, que está dando sus primeros pasos. En foros como este, aseguran, es donde deben hacerse valoraciones, señalarse los errores. El BancodeEspaña haoptadopor sólo dar fe del desastre.
LAS CAJAS DE AHORROS Al analizar las fusiones, el informe habla de la “compleja gobernanza” de las cajas bién los problemas que acarreaba la “compleja gobernanza” de este tipo de entidades, sobre todo en las operaciones “interregionales”. En cuanto a Bankia, el repaso es aún