Puigdemont se ofrece para un debate catalán en el Congreso
El president rechaza una votación en pleno y el Gobierno del PP le reprende
La temperatura del conflicto entre la Generalitat y el Gobierno central sigue en ascenso desde que Carles Puigdemont anunció la fecha y la pregunta del referéndum, pero el presidente de la Generalitat quiere mantener su agenda abierta para un debate catalán en el Congreso. Así se lo comunicó ayer oficialmente a la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, en una carta en la que se pone a disposición para acudir al Palacio de la Carrera de San Jerónimo “lo más pronto posible”. Puigdemont, como ya avanzó La
Vanguardia, no quiere ser el protagonista de la versión catalana del portazo del Congreso al plan Ibarretxe en 2005, pero sí tiene interés en explicarse ante los líderes parlamentarios sin que su plan de convocar un referéndum se someta a votación. En la carta remitida a Pastor, el president recuerda que el Congreso ha tratado “a lo largo de estos últimos años”, propuestas de diferentes grupos parlamentarios catalanes para “resolver las demandas mayoritarias de los ciudadanos de Catalunya” pero, “lamentablemente, estas aspiraciones legítimas y mayoritarias siempre han sido rechazadas, recortadas o incumplidas”, ya sea en el Congreso o por el Gobierno.
De ahí que el presidente de la Generalitat exponga que “no parece razonable” volver a someter una propuesta catalana a votación. Lo que a Puigdemont le parece “importante es que “todos los diputados del Congreso puedan escuchar” de primera mano “las razones” por las que “hemos llegado hasta aquí”, así como los motivos por los que se solicitó “dialogar sobre la propuesta de referéndum” al Ejecutivo de Rajoy.
Para Puigdemont, “un debate de esta trascendencia es necesario y se ajusta a lo que los ciudadanos esperan de sus instituciones de representación”. El problema de la propuesta del presidente de la Generalitat es que no parecen existir precedentes en el Congreso que sustenten la petición, según subrayan desde la Cámara Baja. Aunque el Reglamento no prohíbe la intervención de representantes autonómicos en un pleno del Congreso, lo habitual es que siempre han estado vinculadas a la presentación y votación de iniciativas legislativas.
De momento, Pastor tiene previsto estudiar el contenido de la misiva a partir del lunes pero el Gobierno de Mariano Rajoy tomó ayer mismo la iniciativa a través de un comunicado partiendo de la base que fue el propio Ejecutivo del PP el que instó a Puigdemont a ir al Congreso. El Gobierno entiende que el presidente de la Generalitat “no puede condicionar ningún formato parlamentario” para su comparecencia y “mucho menos poner obstáculos a que el Congreso dé su opinión a través de una votación parlamentaria”. Recuerda, en este sentido, que “las votaciones son precisamente la forma en que los legítimos representantes de la soberanía nacional expresan su posición política sobre los asuntos que afectan al conjunto del pueblo español”. PP y Ciudadanos sólo aceptan un debate si hay votación.
Aún así, el Gobierno considera que la carta de Puigdemont supone una “rectificación de la negativa inicial” a ir al Congreso y señala que “tan errática postura” obliga a insistir en que se explique en el Congreso la vía unilateral, el contenido de la ley de transitoriedad y “todas las decisiones que piensa adoptar si el Estado no se aviene a cumplir sus exigencias”.
A la espera de la respuesta de Ana Pastor, el conflicto catalán volverá a ser protagonista del pleno del Congreso la próxima semana a partir de una moción del PDECat y la pregunta al presidente que formulará el republicano Gabriel Rufián.
El Ejecutivo de Rajoy cree que Puigdemont “condiciona” al Congreso y exige que explique su vía unilateral