Colau quiere que los comercios de Barcelona sean ‘glocales’
El Ayuntamiento impulsa 43 medidas para proteger, modernizar y mejorar la vida comercial
Glocales. Así quiere el gobierno municipal de la alcaldesa Ada Colau que sean los comercios de Barcelona. Una mezcla perfecta de negocios adaptados a las nuevas tecnologías y a la tradición. De ahí el neologismo, que surge de la contracción de global y local. Esta es una de las 43 medidas de gobierno que presentó ayer el Ayuntamiento con un doble objetivo de cara al 2019: por un lado, reforzar el comercio como vertebrador de la vida cotidiana y cultural de la ciudad, y por otro, incrementar su competitividad.
Para mejorar la visibilidad en las redes y llegar a lo que el Consistorio denomina “e-commerce”, se pretende que los negocios con presencia en internet pasen antes de dos años “de los 2.000 actuales a 6.000”. El programa Comerç a la Xarxa facilitará la inscripción en servicios como Google my Business. La innovación tecnológica y la transformación digital centran buena parte de las ocho grandes líneas estratégicas de la alcaldía, que también se ha propuesto proteger los establecimientos emblemáticos (pero no sólo el continente, sino también el contenido, es decir, la actividad, el oficio, como reclamaba el sector).
Otros objetivos consisten en impulsar el asociacionismo comercial, descentralizar el turismo y realzar la “importancia capital” de los mercados municipales en la lucha contra “el derroche alimentario y el fomento de las señas de identidad de la ciudad”, como dijo ayer Montserrat Ballarín, concejal de Comercio y presidenta de Mercabarna.
El Consistorio trabaja desde hace meses codo a codo con entidades comerciales en la creación de “áreas de promoción económica urbana”, con dos pruebas piloto que se pondrán en marcha en Sant Andreu y el Born, dos escenarios elegidos para esta prueba por representantes de la patronal como Barcelona Comerç y Barcelona Oberta. Se pretende así que el comercio de proximidad se implique aún más en su entorno y esté atento, por ejemplo, a la desaparición de negocios y a la desocupación de locales para su rápida reapertura.
El Ayuntamiento ha iniciado en Ciutat Vella un censo de los locales y bajos comerciales vacíos, que ahora se quiere extender a todos los distritos. La concejal Ballarín reconoce que detrás de muchos establecimientos hoy sin vida hay “abusos, incrementos de alquileres desorbitados y presiones inmobiliarias”, por lo que se
creará un servicio de asesoramiento municipal contra este tipo de acoso. Sorprende que el documento Estratègia de reforç i projecció del comerç a Barcelona
(2017-2019), de 65 páginas, despache en apenas un párrafo la espinosa cuestión del top manta, englobado aquí bajo la perífrasis de “venta no sedentaria ilegal”.
Con independencia de que los manteros “sean víctimas de mafias” y de que merezcan “mecanismos de acción social para ayudarlos”, el texto pide respuestas conjuntas y contundentes contra este fenómeno. El informe, que anuncia asistencia a “comerciantes con dificultades culturales y lingüísticas”, emplea con profusión anglicismos innecesarios como “benchmarking”, “handmade”, “pop-up stores”, “partners” o “retail”, al tiempo que apoya la campaña A l’abril cada paraula val per mil, del Consorci per a la Normalització Lingüística.
CENSO DE LOCALES La alcaldía quiere hacer en toda la ciudad el censo de locales vacíos iniciado en Ciutat Vella
PRUEBAS PILOTO Sant Andreu y el Born estrenarán las nuevas áreas de promoción económica urbana