La Vanguardia

Refugiados y desplazado­s ya suman 70 millones en el mundo

- ROSA M. BOSCH Barcelona

La Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat (CCAR) avanzó ayer que el número de personas que se han visto obligadas a huir de sus casas por conflictos bélicos u otros tipos de violencia ya ronda los 70 millones, casi cinco más que en el balance de hace poco más de un año. La guerra en Siria, que ha dejado a más de once millones y medio de ciudadanos sin vivienda, ha alimentado esta cifra de refugiados y desplazado­s. Pero en España, que cerró el 2016 con más peticiones de asilo que nunca, un total de 16.755, la nacionalid­ad que encabeza la lista de solicitude­s es la venezolana, con 3.960, seguida de la siria (2.975) y la ucraniana (2.570).

España dio luz verde en el 2016 al 67% de las demandas de asilo, mientras que en años anteriores el grado de aceptación se situaba entre el 10% y el 25%. “No es un cambio de tendencia, es un hecho coyuntural debido a que la mayoría de las aprobadas son de sirios, 6.205, de un total de 6.855, pero las de Ucrania y de Mali se deniegan o se quedan a la espera”, indicó ayer Miguel Pajares, presidente de la CCAR, que denuncia que todavía siguen pendientes de resolución más de 21.625 expediente­s. Entre ellos, el de Agua, que en abril del 2016 llegó a Barcelona para evitar la persecució­n por motivos de orientació­n sexual en su país, Kenia. “Si eres diferente, si eres gay, no puedes vivir en Kenia. Además, soy musulmán”, contaba ayer Agua, que en su camino a Catalunya estuvo retenido dos meses en un centro de internamie­nto de Amsterdam. Ahora está a la espera de la resolución de su expediente.

El informe de la CCAR presentado ayer subraya que en el caso de Venezuela, Mali y Colombia el Gobierno español no aprobó en el 2016 ninguna solicitud, mientras que en el de Ucrania admitió 65 y denegó 355. De este país son Nataliya y Oleksii Shostak y sus dos hijas, que tras dos años en España el pasado abril recibieron un duro golpe cuando se les notificó que su petición había sido denegada. Olekssi, ingeniero, tenía un buen empleo en una tecnológic­a alemana que perdió cuando se le retiró el permiso de trabajo. Ahora subsisten gracias a la ayuda de entidades sociales.

Estel·la Pareja, directora de CCAR, apuntó que, como los Shostak, muchos otros refugiados están en una suerte de limbo: “No serán devueltos a sus países, pero aquí no pueden trabajar legalmente, estamos colaborand­o con varios ayuntamien­tos para intentar revertir esta ilegalidad”.

La CCAR reclama un pacto de Estado ante el drama de este colectivo, que, entre otras medidas, plantea aprobar un reglamento que desarrolle la ley de Asilo, acabar con las devolucion­es en caliente en Ceuta y en Melilla y establecer vías legales y seguras para evitar las miles de muertes en el Mediterrán­eo y en otras rutas peligrosas. En lo que llevamos de año, cerca de 1.700 personas han perdido la vida en el mar en su intento de alcanzar Europa.

España aceptó en el año 2016 el 67% de las peticiones de protección internacio­nal, la mayoría de Siria La CCAR pide un pacto de Estado para fijar vías legales y seguras que eviten las miles de muertes en el mar

 ?? INMA SAINZ DE BARANDA ?? Agua, refugiado de Kenia, entre Estel·la Pareja y Miguel Pajares, directora y presidente de la CCAR
INMA SAINZ DE BARANDA Agua, refugiado de Kenia, entre Estel·la Pareja y Miguel Pajares, directora y presidente de la CCAR

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain