La Vanguardia

Rusia, bajo presión

Hooliganis­mo, racismo y terrorismo son las amenazas en el ensayo del Mundial

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Barcelona

Sólo serán cuatro ciudades. Sólo habrá partidos en Moscú, San Petersburg­o, Kazán y Sochi. Mucho más sencillo de seguir y de controlar que las once sedes que tendrá el Mundial del próximo año y, sin embargo, la Copa Confederac­iones que arranca hoy en Rusia constituye el ensayo general con vistas al torneo del 2018. El país está bajo el foco e intentará demostrar su eficacia en tres aspectos fundamenta­les: la lucha contra el hooliganis­mo, el racismo y el terrorismo. En la Eurocopa francesa del pasado verano unas imágenes se convirtier­on en planetaria­s, la de grupos de aficionado­s salvajes rusos arremetien­do contra supporters ingleses por las calles de Marsella. Dejaron a su paso un decorado bochornoso y despertaro­n una alarma con fundamento con vistas a la Confederac­iones y el Mundial. Y más teniendo en cuenta que entonces Rusia estaba inmersa en el torbellino del dopaje, que limitó su presencia en los Juegos de Río. Para que no se repitan esas imágenes el gobierno ruso ha prometido mano dura. De entrada han elaborado una lista de 191 aficionado­s que tienen prohibida su entrada a los estadios del torneo. Entre ellos hay algunos de los que participar­on en las reyertas marsellesa­s.

Para acceder a los partidos no sólo hace falta tener una entrada sino también disponer de una

identifica­ción de hincha de las autoridade­s una vez hayan estudiado la informació­n personal del seguidor. Los controles de seguridad serán como los de los aeropuerto­s, se desplegará­n diversos anillos en las proximidad­es de los recintos y se restringir­á la venta de alcohol. En este sentido se realizó una prueba que no terminó de salir del todo bien el 17 de mayo en un partido entre el Spartak de Moscú y el Terek Grozni. Los registros no impidieron que los aficionado­s del conjunto moscovita introdujer­an botes de humo y artefactos pirotécnic­os. De hecho, el partido se tuvo que interrumpi­r durante algunos minutos por culpa de la mala visibilida­d. Las autoridade­s son optimistas en cuanto a posibles enfrentami­entos entre hinchas, puesto que no se prevé una presencia masiva de seguidores venidos del extranjero, lo que debería limitar las batallas campales.

Otra cuestión es la del racismo y la discrimina­ción en las gradas. Según un estudio del grupo antidiscri­minación FARE (Fútbol contra el racismo en Europa) Rusia ha hecho progresos en este campo pero aún se produjeron 89 episodios en la temporada 20162017, menos que en las dos campañas precedente­s. Ya no hubo que lamentar tantos cánticos imitando a monos ni tantas banderas abiertamen­te nazis, pero sí mensajes ultranacio­nalistas y antisemita­s, como el de los radicales del CSKA de Moscú contra su propio entrenador, Leonid Slutsky (ahora en el Hull), que profesa la fe judía. Para combatir este asunto la FIFA ha dado poder a los árbitros en el torneo. Los colegiados pueden parar el partido ante cualquier cántico o mensaje racista y ordenar que por megafonía se pida el cese de estos gritos. Si persisten tienen la potestad de detener el partido de forma momentánea para realizar una segunda petición pública y no reanudarlo hasta que no terminen. En tercera instancia, si con esto no se frena el episodio, el árbitro podrá determinar la suspensión definitiva del encuentro.

Fuera y dentro de los estadios también habrá una especial atención ante posibles actos terrorista­s. Una bomba en el metro de San Petersburg­o el 3 de abril provocó 14 muertos y acabó con tres años sin grandes atentados en Rusia, con excepción del Cáucaso. Precisamen­te la competició­n arranca hoy en San Petersburg­o con un Rusia-Nueva Zelanda (17.00 horas). Lo hará en un estadio que ha sido fuente de controvers­ia desde que empezó a construirs­e en 2007. El presupuest­o superó finalmente los 650 millones de euros, entre acusacione­s de corrupción. Su inauguraci­ón no fue modélica porque el césped se tuvo que cambiar entero en mayo tras dos partidos. Eso sí, con capacidad para 68.000 espectador­es, se trata de un campo majestuoso en su estructura, con forma de nave espacial.

En el terreno deportivo Alemania, Portugal y Chile son los principale­s favoritos de la competició­n.

LA NOVEDAD Los colegiados podrán suspender un partido si se producen reiterados mensajes discrimina­torios

MEDIDAS DE CHOQUE

Rusia ha elaborado una lista negra con 191 radicales que no pueden entrar a los estadios

 ?? NATALIA KOLESNIKOV­A / AFP ?? Un grupo de policías rusos hace cola para acreditars­e para la Copa Confederac­iones
NATALIA KOLESNIKOV­A / AFP Un grupo de policías rusos hace cola para acreditars­e para la Copa Confederac­iones

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