El juez deja sin indemnización a Ron
El expresidente del Popular pierde la demanda contra el banco por despido improcedente
Ángel Ron, expresidente del Popular, ha perdido su demanda contra el banco por la que pretendía cobrar una indemnización por despido tras su accidentada salida del pasado febrero. El juzgado de los social número 33 de Madrid, en una sentencia que adelantó ayer El País, considera que la relación laboral que existió entre Ron y el banco desde 1984 –cuando el primero se incorporó a la entidad como aprendiz– se extinguió en el momento en el que fue nombrado consejero delegado y presidente.
En la demanda, Ron alegó que esta relación laboral, en virtud de un contrato firmado en el 2015, sólo estaba suspendida, por lo que seguía vigente. En consecuencia, pedía al juez que reconociera su derecho a ser indemnizado por despido improcedente después de sus más de 35 años en el Popular. Pero el juez lo ha rechazo.
En la sentencia, el magistrado José Pablo Aramendi empieza diciendo que “la redacción de la demanda resulta confusa”, sobre todo por lo que respecta a la alegada pretensión del empresario de dar por terminada la relación laboral. Y esto es así porque entre el 2002, cuando fue nombrado consejero delegado, y el 2015, al formalizar el citado contrato, no se habló jamás de esa relación laboral en suspenso. Por eso, el juez llega a apuntar que sospecha que Ron y el banco llevaron a cabo una “autocontratación fraudulenta”.
Por otra parte, el intento por la declaración del despido improcedente y la consiguiente indemnización contrasta con el pacto de no competencia poscontractual que Ron y el Popular firmaron el 21 de diciembre del 2016, cuando ya se había anunciado el relevo en la presidencia y el próximo nombramiento de Emilio Saracho en la junta de accionistas de febrero.
Pese a la sentencia contraria, Ron –en cuyo mandato se produjo una destrucción de valor de cerca del 90% para el accionista– tiene bien cubiertas las espaldas, al menos por ahora. El expresidente del Popular mantiene plenamente vigente su plan de pensiones, por el que percibirá una renta vitalicia de 1,1 millones de euros anuales. Ron aceptó dejar el banco el pasado 3 de diciembre después de constatar que había perdido la confianza de la mayoría del consejo de administración. Pese a eso, se mantuvo en el cargo hasta el 20 de febrero. Antes de su salida, firmó, como el resto del consejo, las cuentas del 2016, en las que el banco reflejó unas pérdidas históricas de 3.485 millones de euros.
El directivo firmó al final del 2016 un pacto de no competencia y tiene una pensión de 1,1 millones anuales