Con las luces largas
Estoy muy de acuerdo con los que opinan que, más que en una época de cambios, nos encontramos en un cambio de época. Hay cosas del pasado que ya nunca volverán. Y, en contraposición, hay aspectos del futuro que tendremos que saber afrontar. El mundo de los empresarios, de los emprendedores y del directivo exige una constante capacitado de adaptación a un contexto siempre en movimiento, en proceso de cambio. La fuerte interrelación de las economías provoca que los cambios en la nueva Administración norteamericana o el Brexit tengan consecuencias imprevisibles.
Los cambios también provienen de realidades como la penetración digital, que obliga al empresario a concentrarse en la digitalización. Hay variables –algunas por descubrir– que impactarán sobre el futuro de las empresas, pero dependerá de nuestra capacidad de anticipación y adaptación.
El empresario no puede afrontarlo desde la soledad de la empresa ni replegado sobre sí mismo, sino que tendría que optar por generar o ir a buscar espacios y complicidades. Durante dos días, el 28 Encuentro Empresarial en el Pirineo ha puesto el acento en estos factores: en las experiencias y el conocimiento, y en las nuevas estrategias para afrontar los cambios. El liderazgo empresarial pasa por tener presente todo eso y hacerlo con las luces largas.
El empresario no puede afrontar solo el reto de un mundo lleno de cambios