Aniversario sin memoria
Tal día como hoy de hace tres años, el rey Juan Carlos se disponía a firmar su abdicación en una solemne ceremonia que tuvo lugar el 18 de junio del 2014 en el Palacio Real. Este año la efeméride ha coincidido con el 40.º aniversario de las elecciones del 15 de junio de 1977, una ocasión propicia para reivindicar el papel del entonces Rey como se ha hecho con el de otros protagonistas de aquel hecho histórico. Pero no ha sido así. Los únicos que estos días se han acordado del rey Juan Carlos han sido los miembros de la asociación de amistad hispano-francesa Diálogo que funciona desde 1983 bajo el patrocinio de grandes empresas españolas y francesas que han distinguido a Juan Carlos por su contribución al fomento y consolidación de las relaciones entre España y Francia. El miércoles, en una cena a la que acudió junto a la reina Sofía, el rey Juan Carlos no pudo evitar la ironía: “Gracias por el premio, a lo largo de mi vida he entregado más de los que he recibido”.
DIPUTADO TARDÀ
El pasado martes, Joan Tardà, diputado de ERC en el Congreso, aprovechó su turno de palabra en la sesión del Congreso que debatía la moción de censura contra Rajoy para cifrar en 1.600 millones de euros la fortuna del rey Juan Carlos. “Y no lo digo yo”, exclamó el diputado, “lo dice The
New York Times”. El republicano Tardà defendía su legítima opción política, pero en vez de usar argumentos ideológicos de calidad utilizó lo primero que leyó en internet y si cuela, cuela. Los de ERC han estado sembrados estos días. El grupo parlamentario de Esquerra en el Senado vio rechazada su petición de que el cuadro
El atleta cósmico de Dalí, actualmente en el despacho oficial del rey Felipe en la Zarzuela, “sea cedido al ayuntamiento de Barcelona”. El cuadro que Dalí pintó en 1968 por encargo del Comité Olímpico Español fue pagado por un particular que lo cedió en de- pósito al rey Juan Carlos. Más tarde, la pintura fue adquirida por Patrimonio Nacional y forma parte de los bienes del Estado como las paredes del palacio de la Zarzuela, donde está colgado.
ENCUENTRO FALLIDO
El 24 de junio de 2012 aprovechando su presencia en Nueva York para asistir a un acto organizado por el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, el rey Juan Carlos se reunió con el consejo editorial de l diario The New
York Times , en cuyas páginas se acababa de publicar un reportaje titulado “España: austeridad y hambre”, con fotos de Samuel Aranda en las que, entre otras, se ofrecía una imagen de una persona hurgando en un contenedor de basuras. El Rey intentó ayudar a mejorar la deteriorada imagen de España y los responsables del diario se comprometieron a publicar otro reportaje con declaraciones de Juan Carlos y con otras visiones de la realidad española. Eso dijeron y todos salieron tan contentos, pero tres días después el diario, seguramente ofendido tras ser puesto en evidencia por el entonces jefe de Estado, publicó un demoledor reportaje titulado “Un rey escarmentado que busca la redención, para España y su monarquía”, en el que le daba un repaso de campeonato, incluyendo los casos Botsuana y Nóos y en el que, además, se cifraba su fortuna personal en 1.600 millones de euros.
El diario no realizó ninguna investigación propia, se limitó a copiar una información que en el 2002 sacó la revista británica Eurobusiness y que en el 2008 repitió Forbes, contabilizando como propiedades privadas del rey Juan Carlos los bienes pertenecientes a Patrimonio Nacional, como la Zarzuela o el Palacio Real, o propiedades de titularidad pública como el palacio de Marivent, una información que, en su momento, fue desmentida por el Gobierno pero que nunca se rectificó y que
The New York Times tampoco
contrastó.