Menos Mendes para el Madrid
El agente portugués podría perder este verano a sus cuatro jugadores en el Bernabeu
Hubo un tiempo, no demasiado lejano, en el que en el Real Madrid sólo eran ciertas dos premisas. En el club no se movía un cenicero sin el permiso de Florentino Pérez y toda negociación pasaba por tener la anuencia de Jorge Mendes. Ya sólo queda en vigor la primera de ellas. Florentino Pérez renovó ayer su mandato por otros cuatro años al no encontrar oponente electoral amparado en unos estatutos que él mismo modificó en el 2012 para que se le ajustaran como un guante. Sin embargo, el poder de Mendes en el club blanco ha ido declinando poco a poco. Marcó su cenit los tres años de José Mourinho en el banquillo y lleva camino de convertirse en residual de tener éxito el agente portugués en una misión que se antoja poco menos que imposible: encontrar comprador fiable y verificable para Cristiano Ronaldo.
El ascenso de Jorge Mendes en el mundo del fútbol parece sacado de un guión del mejor Hollywood de posguerra. A los 20 años Mendes se hartó de ser un futbolista sin pena ni gloria y montó su primer negocio: un videoclub. Luego pasó a gestionar una discoteca y varios bares de copas, donde conoció a sus primeros futbolistas de élite, de los que consiguió hacerse su representante. El traspaso del portero Nuno al Deportivo y de Hugo Viana al Newcastle le pusienes, ron en el gran mercado. Hoy en día, la cuadra de futbolistas y entrenadores que maneja Jorge Mendes a través de su empresa Gestifute le convierten en el agente FIFA más poderoso del mundo.
Nunca el Madrid vivió una época en el que la simbiosis entre club y un representante fue tan marcada como en la temporada 2012-13. Con Mourinho en el banquillo, en el Madrid había seis jugadores de Mendes: Cristiano, Pepe, Coentrão, Ángel di María, Ricardo Carvalho y Fabinho (este con ficha en el Castilla).
Cinco años después, de aquellos futbolistas sólo tres han jugado en el club blanco esta última temporada, Cristiano, Pepe y Coentrão. A los que hay que sumar un cuarto representado de Mendes: James Rodríguez. Todos ellos tienen hoy día su continuidad discutida. Pepe y Coentrão ya se sabe con total seguridad que no seguirán. James también tiene pie y medio fuera y la incertidumbre atañe a Cristiano, enrabietado con el fisco español y que, según se reveló el vier- no piensa volver a España.
La misión que el Madrid ha encomendado a Mendes es doble: primero, convencerle de que reconsidere su actitud y siga donde está. Segundo, si Cristiano sigue en sus trece, buscarle un comprador que pague 200 millones. A día de hoy ese comprador no ha aparecido y el Madrid cree poco probable que aparezca. La prensa portuguesa señala que tanto el Manchester United como el PSG estarían planteándose hacer la oferta y que el jugador le había dicho a su agente que prefería volver a Old Trafford. Sin Cristiano, la relación Madrid-Mendes dejaría de existir, un matrimonio de conveniencia que estaría agotado .