Uber, bajo presión
La ITF se dirige a la nueva cúpula tras la marcha de Kalanick
La Federación Internacional de Trabajadores de Transporte exige a Uber un cambio en su modelo de trabajo que respete las normas actuales sobre el transporte de personas y los derechos laborales de los trabajadores del sector.
La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) ha pedido a Uber que cambie el modelo disruptivo de la compañía, “que ignora los derechos de los trabajadores y a los operadores de transporte regulados y bien instruidos y busca esquivar las regulaciones establecidas para proteger a los pasajeros y usuarios de las carreteras y promover sistemas de transporte sostenibles y seguros”.
Tal como informan en un comunicado, la ITF ha remitido una carta a Garrett Gamp, cofundador y presidente de la compañía propietaria de la plataforma de transporte, aplaudiendo los cambios anunciados en el liderazgo de la empresa, que consideran “una oportunidad de redirigir una situación que tanto nosotros como incontables personas en todo el mundo consideramos una cultura corporativa vergonzosa”. “Usted tiene ahora la oportunidad de cambiar el modo de operar de la compañía”, añade.
La semana pasada, Uber anunció que su fundador, el polémico Travis Kalanick, iba a tomarse una excedencia indefinida tras el escándalo de las acusaciones de prácticas machistas y acoso entre sus empleados. Asimismo, hizo público el cese del número dos de la compañía, Emil Michael. En
“No estamos en contra de la tecnología, pero no toleraremos prácticas laborales del siglo XIX”
las últimas semanas, una veintena de empleados han abandonado la compañía tras el escándalo.
“Es hora de cambiar”, asegura la ITF. Y añade: “No estamos en contra del uso de las tecnologías del siglo XXI que mejoran nuestros sistemas de transporte. Pero no toleraremos el regreso de empleos y condiciones laborales propios del siglo XIX por la vía de la denominada economía (empleo fugaz)”. El modelo de negocio de UberPop, principalmente implantado en Estados Unidos, conecta a conductores particulares con usuarios que precisan un transporte urbano. En Europa, incluida España, la aplicación UberPop está prohibida o limitada en la mayoría de las ciudades en que quiso implantarse y la compañía ha optado por modelos alternativos con chóferes profesionales. En el mercado español, la aplicación Uber X, que utiliza conductores con licencia profesional, está actualmente operando en Madrid después de que un juez suspendiera la actividad de UberPop en diciembre del 2014.
“Uber es una empresa de transporte y sus conductores son empleados”, declara la ITF en su comunicado. “Estos trabajadores y trabajadoras merecen un salario mínimo, seguridad social y otros beneficios laborales y tienen el derecho de libertad de asociación y de negociación colectiva”, añade.
Además, la internacional de trabajadores del transporte se ofrece al nuevo equipo directivo de Uber para asistirles en la transición a un nuevo modelo, “que sus trabajadores y la industria esperan desde hace tiempo”. “Estamos dispuestos a ayudarles a llevar a la práctica una transición justa de sus actuales prácticas para conseguir el objetivo”.
El presidente de la ITF, Paddy Crumlin, asegura: “En la ONU, la Corte de Justicia Europea, las ciudades de Londres, Copenhague, Nueva York, Tokio, Buenos Aires y otros lugares, las prácticas de Uber han sido combatidas con éxito por los sindicatos. Ha llegado la hora de que la compañía respire profundamente y asuma un cambio a mejor. Con las últimas salidas de directivos, nunca ha tenido una oportunidad mejor para hacerlo”.