Juan Carlos Ramos

Una operación sobre el tráfico de drogas se salda con la detención del edil, del gerente del Consorci de la Mina y del inspector jefe de Policía Nacional de Mataró

CONCEJAL DE SANT ADRIÀ DE BESÒS

Este edil, exluchador laureado en multitud de ocasiones y destacado activista vecinal, es uno de los detenidos en una operación policial. Se le acusa de haber desviado dinero público en la contratación de vigilancia privada en la Mina.

Una llamada al teléfono intervenido de un traficante de droga del barrio de la Mina, en Sant Adrià de Besòs, que estaba siendo seguido por la policía catalana, desveló otra pista de una trama corrupta que beneficiaría a los clanes mafiosos del barrio. En la red corrupta puede estar directamente involucrado el tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Juan Carlos Ramos, que también es representante municipal en el Consorci de la Mina, precisamente la entidad que está siendo investigada, junto a su gerente, Juan Luis Rosique.

Los Mossos d’Esquadra siguieron la pista del tráfico de droga, pero en paralelo abrieron otra investigación sobre los indicios de corrupción que empezaron a detectar hace dos meses: una segunda trama que entronca con varias investigaciones de la Fiscalía iniciadas hace medio año a raíz de varias denuncias de vecinos referidas al trato de favor institucional hacia varias entidades vecinales.

Las pesquisas policiales intentan demostrar que el concejal desvió fondos públicos que el consorcio había destinado a contratar vigilancia privada para evitar que unos 140 pisos de los bloques de pisos de protección oficial de la Mina fueran ocupados ilegalmente. Un dinero que en realidad pudo acabar en manos de los clanes mafiosos locales que se disputan el control del tráfico de droga en el barrio y gestionan empresas irregulares de vigilancia en las obras y edificios.

Durante el operativo que dirige el juzgado de instrucción número 4 de Badalona se llevaron a cabo cinco registros y nueve detenciones por delitos contra la salud pública. Aparte de las entradas en las oficinas municipales y el Consorci del Besòs, dos de los detenidos fueron apresados en sus domicilios. Se trata de dos de los hijos de un histórico patriarca gitano de la Mina, el Tío Cristina, líder precisamente de uno de los clanes que gestionan las falsas empresas de vigilancia.

Los Mossos d’Esquadra accedieron a primera hora de la mañana al Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs para registrar las dependencias y el despacho de Ramos, responsable del área de Ciudadanía y Servicios a la Persona, también miembro del consejo de administración del consorcio del que dimitió hace meses, crítico con la falta de inversiones institucionales. Horas antes, a las cinco de la madrugada, los Mossos desmantelaban la organización dedicada, entre otros hechos, al tráfico de droga. Hasta el momento, se ha intervenido en tres domicilios una importante cantidad de dinero en efectivo, armas, 162 kilos de plantas y 15 kilos de cogollos de marihuana.

Ante la alarma suscitada por la detención del concejal, una persona muy apreciada en el barrio de la Mina, los Mossos se han apresurado a declarar que el operativo no implica ningún supuesto de corrupción generalizada que afecte al consistorio de Sant Adrià, ni a su alcalde, Joan Callau, ni a terceras personas, más allá de las que ya están siendo investigados. Juan Carlos Ramos es un referente como activista vecinal. Exluchador y nueve veces campeón de España de lucha grecorromana, fundó el Club de Lucha de La Mina. En los ambientes más sórdidos del barrio, Ramos es conocido como el Karulo.

Desde el gobierno municipal, la concejal Filo Cañete ha salido al paso anunciando que se reservan las medidas a emprender hasta que finalice la investigación. En la misma línea, fuentes del PSC declararon que tomarán como referencia el código ético del partido para proceder con los militantes Ramos y Rosique.

De la misma investigación sobre tráfico de droga se desprende una pieza separada impulsada por el departamento de Asuntos Internos del Cuerpo de la Policía Nacional, que implicaría directamente al inspector jefe de la comisaría de Mataró, Félix Riesco, por supuesto soborno, cohecho y revelación de secretos.

Juan Carlos Ramos es un referente del activismo vecinal, además de multicampeón de lucha grecorromana