Neoclasicismo libresco
Hallada intacta la biblioteca de un intelectual francés exiliado en Bélgica
El bibliófilo Henry Godts hizo realidad el sueño de todo coleccionista cuando hace un año abrió la puerta de una habitación en una mansión y ante sus ojos apareció una biblioteca del siglo XVIII, conservada casi intacta desde la muerte de su dueño, un intelectual francés exiliado en Bélgica.
La colección nace en el XVIII con obras de arte, historia, filosofía y sobre todo de viajes, cultura y geografía
Siempre a la búsqueda de tesoros ocultos y rarezas bibliográficas, Henry Godts se topó de golpe con el sueño de todo coleccionista cuando hace un año abrió la puerta de una habitación en una mansión de Bouillon (Bélgica). Ante sus ojos apareció una biblioteca del siglo XVIII, conservada prácticamente intacta desde la muerte de su dueño, un intelectual francés exiliado. Sus libros salen hoy a subasta en Bruselas.
“Fue un momento un poco mágico”, recuerda este experto belga. “A menudo nos encontramos con fondos antiguos que no se han movido en cuarenta o cincuenta años, pero aquí fue algo especial. Se notaba en el ambiente que era un conjunto que no se había tocado desde 1850. Es algo muy poco habitual encontrarse con una biblioteca de estas características, realmente auténtica. Fue como si me hubiera metido en una máquina del tiempo y hubiera aparecido en el siglo XVIII”, rememora Godts.
Había polvo por todas partes, pero, por suerte, ni rastro de ratones. Los libros estaban colocados probablemente en el mismo orden en que su dueño los organizó. Tampoco el mobiliario (algún sofá de lectura, mesas bajas, un escritorio...) había sufrido apenas modificaciones. Por respeto a los ancestros y amor a los libros, sus descendientes preservaron la biblioteca en su estado original. No estaba sellada, pero sí cerrada con llave. “Para ellos, de pequeños, también era un lugar mágico, sobre todo porque no se podía entrar”, nos cuenta Godts.
Poco se sabe de su propietario original. Sólo que era un intelectual francés que huyó de su país poco antes de la Revolución para instalarse en Bouillon, pueblo belga a orillas del río Semois junto a lo que hoy es la frontera, donde se casó con la hija de un burgués local. Sus descendientes prefieren mantener su identidad en el anonimato. De sus lecturas se deduce que era lo que en la época se llamaba un ‘hombre honesto’, un caballero íntegro, cortés, cultivado, afirma Godts. Su biblioteca contenía cientos de libros que tardaron dos días enteros en inventariar, atesorados desde finales del siglo XVIII hasta mediados del XIX, sobre arte, historia y filosofía, y en especial, viajes, cultura y geografía.
Hace un año contactaron con Godts para que valorara el contenido de la mágica habitación. La casa se ha transmitido hasta hoy de generación en generación dentro de la misma familia, pero, como ocurre siempre, llega un momento en que hay que tomar decisiones respecto a los bienes heredados. La biblioteca se ha desmantelado y ya no existe tal y como aparece en las fotos. Los muebles se han quedado en la familia, pero los libros van a ser vendidos. La casa bruselense Hôtel de Ventes Horta subastará hoy 182 libros de viajes de la colección, valorados en total entre 35.000 y 50.000 euros. Cientos de personas, tanto coleccionistas profesionales como meros curiosos, se han acercado este fin de semana para ver los fondos con sus propios ojos. No hay ninguna obra excepcional entre ellos, pero todas tienen interés para el público especializado.
Preservar el conjunto no era una opción. La biblioteca, como se puede ver en la foto, era muy evocadora, pero no tenía sentido convertirla en un museo y que unas decenas de personas la visitaran cada año, estimó la familia. Tampoco son libros que se puedan prestar sin más. “Ahora los coleccionistas tendrán la ocasión de completar sus colecciones con temas que quizás busquen desde hace años –afirma Godts–. Esto también es una fuente inmensa de placer ”.