La casa de la discordia
Los habitantes de Singapur llevan unos días alborotados. No dan crédito ni a lo que ven ni a lo que oyen. Son testigos inesperados de una agria disputa familiar por el legado de Lee Kwan Yew, el padre de la independencia y del florecimiento de la ciudad Estado. Sus dos hijos menores acusan al hermano mayor, el primer ministro Lee Hsien Loong, de abuso de poder y de no respetar las últimas voluntades de su progenitor. El premier rechaza tales acusaciones y cuestiona el papel de su cuñada en el último testamento que firmó Lee Kwan Yew poco antes de morir, en marzo del 2015. En el trasfondo de la discusión subyace qué hacer con la casa de la familia.
Acostumbrados a vivir en una ciudad donde nunca pasa nada y todo está bajo control, los singapurenses siguen con incredulidad la disputa pública entre los herederos de Lee Kwan Yew. Una situación inesperada entre los miembros del clan más poderoso y modélico de la ciudad Estado, que estalló la semana pasada, cuando Lee Wei Ling (62 años) y Lee
Hsien Yang (59 años) publicaron en Facebook una declaración de seis páginas titulada ¿Qué ha pasado con los valores de Lee Kwan Yew?
En su escrito, publicado cuando su hermano mayor estaba de vacaciones, dicen haber perdido la confianza en Lee Hsien Loong (65 años), “como hermano y como líder”. Ambos aseguran sentirse amenazados y le acusan de apropiarse del legado político de su padre y de querer crear una dinastía política, cediendo en el futuro su cargo a su hijo Li Hongyi. Algo que tanto el premier –mucho más popular que su padre– como su hijo han desmentido.
En el corazón de la disputa se halla la casa donde Lee vivió desde 1945 hasta su muerte. Se trata de un bungalow situado en la calle Oxley, cerca del bullicioso barrio comercial de Orchard, construido hace más de un siglo y lleno de humedades. El hijo mayor prefiere preservarla y sus hermanos, que se derribe, como quería su progenitor.
La casa es históricamente significativa. No sólo porque Lee vivió en ella durante gran parte de su vida, sino porque allí se fundó también el Partido de Acción Popular (PAP), que gobierna Singapur desde su independencia, en 1965, y era el lugar de reunión de sus líderes.
Pero a pesar de ese valor patrimonial, Lee había insistido en que su casa fuera demolida tras su muerte para que no se desarrollara un culto a su personalidad. “He visto las casas de Nehru y de Shakespeare, que se han convertido en un caos, donde la gente va y viene constantemente. Yo no quiero eso en mi casa”, dijo al
Straits Times en el 2011. Pero la disputa entre sus hijos ha surgido debido a que este estadista, que en el 2010 recibió la medalla de ciudadano de honor del Ayuntamiento de Barcelona, cambió en siete ocasiones sus últimas voluntades desde esa fecha. En los primeros testamentos dijo que quería que se demoliera, pero luego los modificó y quitó esa cláusula, convencido por sus colegas del Gobierno de que la casa debía ser preservada para que las generaciones futuras conocieran los orígenes de Singapur. No obstante, esa disposición reapareció en el séptimo y último testamento.
El premier Lee Hsien Loong, que ayer pidió disculpas a la población por el espectáculo que ha dado su familia, ha advertido que detrás de este cambio de opinión de su padre puede haber un conflicto de intereses. Y es que fue su cuñada, la abogada Lee Suet Fern, quien preparó el último testamento, ya que la letrada de Lee Kwan Yew –miembro de otro bufete– estaba ilocalizable y el tiempo apremiaba, porque la vida se le escapaba al hombre que dirigió con puño de hierro Singapur entre 1959 y 1990 y quería retocar su testamento sobre el reparto de bienes entre sus hijos.
La disputa entre los Lee parece lejos de resolverse y muchos singapurenses se preguntan por qué ha estallado. La respuesta quizás se conozca el 3 de julio, cuando Lee Hsien Loong comparezca ante el Parlamento. Mientras, sigue el culebrón con sus misterios y cruce de acusaciones.
El clan más
poderoso de Singapur se pelea por el legado de su patriarca, Lee Kwan Yew El padre del Singapur moderno cambió siete veces su testamento desde el año 2011