Barcelona contará con dos jóvenes obispos auxiliares
El Vaticano nombra por sorpresa a Sergi Gordo y Toni Vadell
Se sabía que el Vaticano iba a nombrar dos nuevos obispos auxiliares para la diócesis de Barcelona, se daba ya por hecho que sería antes del verano, pero no se conocían los nombres. Y cuando ayer a las doce de la mañana se anunciaron los nombres del canónigo de la catedral de Barcelona, Sergi Gordo Rodríguez (Barcelona, 1967), y del vicario de Mallorca, Antoni Vadell Ferrer (Llucmajor, 1972), se confirmó lo que también se venía diciendo entre bastidores: que no sería ninguno de los que habían circulado en las quinielas de los últimos meses, sino dos sacerdotes muy en la línea del arzobispo Juan José Omella.
Aunque los dos nuevos monseñores no serán consagrados, con casi toda seguridad, hasta el 9 de septiembre, ambos acudirán al Vaticano el próximo 28 de este mes para acompañar como obispos electos a Omella en la ceremonia de “creación” como cardenal. Y también estará con ellos el otro obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull (Ciutadella, 1948), que se mantiene también como administrador apostólico de Mallorca. Cuando en septiembre del 2016 el obispo de Mallorca Xavier Salinas fue enviado a Valencia, tras la polémica generada por su relación personal con una feligresa, Taltavull pasó a ser el administrador a la espera de una decisión definitiva sobre la vacante de esta sede.
Antoni (o Toni) Vadell, de 45 años, es el obispo más joven de España, y hasta ahora ha destacado por su labor catequética y de pastoral juvenil. Fue ordenado en 1998 y es licenciado en Catequética por el Salesianum de Roma. Pronto asumió la responsabilidad de rector en el Seminario Menor de Mallorca. Actualmente ejercía en siete parroquias.
Sergi Gordo, de 50 años, vivía en Cornellà de Llobregat. Fue ordenado en Vilafranca del Penedès, en 1991 se licenció en Ciencias Eclesiásticas por la facultad de Teología de Catalunya y en 1999 en Filosofía por la Universitat Ramon Llull. En el 2004 fue nombrado secretario y es también canciller de la curia y canónigo de la catedral de Barcelona. Ha sido también formador del Seminario menor.
Omella repitió ayer al presentar a ambos que la elección por parte del Papa responde a que se trata de “pastores con olor a oveja, que están con la gente”. El arzobispo agradeció su juventud, que ayudará a “abrir la Iglesia al mundo y cultura de hoy”. Los dos nuevos obispos pertenecen a una generación distinta a la mayoría de prelados y coinciden tanto por edad como por una línea moderada y centrada. Tienen además perfiles compatibles: Gordo, con más experiencia de gestión, es más intelectual. Y Vadell tiene más trabajo de pastoral a sus espaldas, ha trabajado en las parroquias de base y con los jóvenes. Ambos han decidido ya que irán a vivir al Palau Episcopal, donde coincidirán con Omella y Taltavull, reforzando la imagen de equipo cohesionado.