La Vanguardia

El valor de la amistad

Dustin Johnson, campeón del 2016, ayudó al nuevo ganador, Brooks Koepka

- ALFRED BELLOSTAS Barcelona

Una conversaci­ón telefónica guió a Brooks Koepka hacia su primer título de Grand Slam. El jugador de Florida recibió un consejo y lo puso en práctica. “Sé paciente y sigue haciendo lo mismo que en los tres primeros días”. Dustin Johnson, que no había superado el corte del viernes pese a ser el campeón vigente, lo dirigió hacia la victoria. Koepka le hizo caso. Culminó un último recorrido espléndido con cinco bajo par para un total de -16 y con 272 golpes igualó el registro alcanzado por Rory McIlroy hace seis años. “Es un momento muy emocionant­e. Es un honor inscribir mi nombre junto al de otros grandes campeones”, manifestó el golfista, de 27 años.

Las similitude­s entre Koepka y Johnson son evidentes. Son amigos, en los greens de los campos y también en el gimnasio, donde coinciden a menudo. Y tienen estilos muy similares, con un juego muy potente y una precisión exquisita con el putt. Una combinació­n letal en la edición de este año, en Erin Hills, donde Koepka encadenó tres birdies consecutiv­os en los hoyos 14, 15 y 16 que le situaron a las puertas de un objetivo que no esperaba el pasado jueves. Él se adaptó mejor que nadie a las duras condicione­s de la última jornada, con mucho viento, y a la tensión por todo lo que estaba en juego. “Pero fue en el 13 donde recuperé la dinámica ganadora”, comentó. Su compatriot­a Harman y el japonés Matsuyama quedaron relegados a cuatro golpes y tampoco tuvo nada que hacer Justin Thomas, que había presentado una tarjeta récord de 63 la víspera. Era su momento y Koepa lo aprovechó.

Más allá de la unión con Johnson, el nuevo campeón ha seguido una trayectori­a distinta a la de tantos estadounid­enses que empiezan a competir desde jóvenes y sueñan con pasar a profesiona­les en el circuito americano. No. Koepka es distinto. Tanto, que incluso ha llegado a manifestar que “el golf es aburrido. La verdad es que no tiene mucha acción. En mi familia nos gusta más el béisbol”. Tal vez porque nunca había pensado en llegar tan arriba con los palos, su aprendizaj­e no se llevó a cabo ni en Palm Beach, en Florida, donde nació, ni en otros campos de Estados Unidos. Brooks Koepka apostó hace cinco años por el Challenge Tour europeo para foguearse y fue en una ciudad catalana, próxima a Tarragona, donde logró su primera victoria de prestigio. Sucedió en el 2012, en La Graiera, cerca de Calafell. Por este motivo su enorme éxito en Erin Hills provocó un sentimient­o de satisfacci­ón y alegría en Europa, donde se le conoce incluso mejor que en Estados Unidos. Ken Schofield, el ejecutivo que lideró el circuito europeo durante 30 años, ha manifestad­o que “muchos de los que le vieron jugar ya tenían muy claro que algún día conseguirí­a grandes triunfos. Es un gran jugador y una gran persona”.

El US Open es tan sólo su segunda victoria después del Open de Phoenix, en el 2015. Un éxito de impacto mundial que le ha permitido situarse décimo en la clasificac­ión mundial que lidera su amigo Dustin Johnson.

VICTORIA EN TARRAGONA El estadounid­ense se estrenó en el campo de La Graiera, cerca de Calafell, en el 2012

 ?? ROB SCHUMACHER / REUTERS ?? Koepka posa con el trofeo de ganador
ROB SCHUMACHER / REUTERS Koepka posa con el trofeo de ganador

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain