Las máquinas vuelven a la Sagrera tras tres años de parón
El Ministerio de Fomento se compromete a finalizar las obras de la estación a finales del 2020
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se tomarán un café bien pronto. “Me lo aposté con la alcaldesa en abril; le dije que antes de verano empezarían las obras y hemos cumplido”, explicó ayer el ministro. Detrás suso yo, la prueba: las primeras máquinas que trabajan en las obras del colector de la rambla Prim, un paso totalmente imprescindible para poder retomar la construcción de la estructura y los accesos de la futura estación de la Sagrera.
Los trabajos empezaron un día antes del inicio del verano astronómico. De la Serna ha cumplido por los pelos el compromiso de reactivar “una obra estratégica” que se paralizó por completo pocos meses después de que la Guardia Civil entrara en las oficinas de Adif en mayo del 2014 ante las irregularidades detectadas en los contratos públicos de las obras del AVE por presuntos sobrecostes y sobornos en un fraude que alcanzó los 133,8 millones de euros.
Además del reinicio de los trabajos una vez superados los trámites administrativos necesarios, el ministro de Fomento visitó las obras con un nuevo calendario bajo el brazo: el conjunto de las obras se finalizarán en el tercer trimestre del 2020. Para entonces De la Serna asegura que estará acabado el colector, la estación intermodal de la Sagrera e inclu- la de Sant Andreu Comtal. Todo ello supondrá una inversión total de 841 millones de euros que se sumará a los 20.000 euros diarios en intereses que le ha costado a las arcas públicas cada jornada de parálisis en las obras.
De momento el movimiento ha empezado con la ejecución del nuevo colector de la rambla Prim. Se trata de una estructura de hormigón de cerca de 500 metros de longitud con pantallas ancladas a treinta metros de profundidad que actuará como una gran alcantarilla conectada con la red de aguas pluviales de la ciudad y permitirá asumir un caudal más elevado. Tras cruzar bajo la plataforma ferroviaria, discurrirá por la rambla Prim hasta la intersección con la canalización existente en la calle Santander. Se realizará en tres fases con un presupuesto de 10,5 millones de euros. La primera tiene una duración prevista de 13 meses. Aunque podría parecer algo menor, se trata de una actuación indispensable para poder continuar las obras en todo el ámbito de la Sagrera, ya que el actual colector pasa por el lugar en el que se tienen que construir los accesos. La segunda y la tercera fase se podrá hacer en paralelo a los accesos de la futura estación.
La ambiciosa promesa de calendario fue recibida con cautela en el Ayuntamiento. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, agradeció el primer gesto
cumplido por el ministro tras constatar que “durante varios años aquí no se ha movido ni una mosca”. Sanz no canta victoria, ni mucho menos, y reclamó la reactivación este mismo año del resto de fases que se deben ejecutar. “Hay que desbloquear de una vez por todas el desarrollo de la losa de la estación, sabemos que hay recursos y que se puede hacer”, exigió la teniente de alcalde. Las vías que parten en dos los distritos de Sant Martí y Sant Andreu es una de las mayores heridas urbanísticas que tiene Barcelona por coser.
El compromiso del Gobierno contempla retomar las obras de los accesos a la estación de alta velocidad en el tercer trimestre de este año introduciendo cambios en los contratos adjudicados en el 2010 a una unión temporal de empresas pero sin necesidad de rescindirlos. Con una inversión de 231 millones de euros se están cumplimentando los trámites necesarios para completar los contratos de unos trabajos que a día de hoy se encuentran ejecutados al 30%. La tercera fase, consistente