Barcelona renueva su solidaridad con Sudán
El Club de Polo albergó ayer la cena en favor de Amsudan
Con una media de cien euros por cubierto y 270 comensales tan acalorados como solidarios, la cena en favor de Amsudan (Ayuda a Misioneros del Sudán es la obra dirigida por el misionero camboniano Javier Parladé en la Misión de Yirol) volvió a renovar ayer en el Club de Polo de Barcelona sus votos con los más desfavorecidos.
La cita –que se celebra en cinco ciudades españolas a lo largo del año (además de Barcelona, tiene su réplica en Madrid, Mallorca, Marbella y Valencia)– se convoca con el fin de recaudar fondos para impulsar proyectos en Sudán del Sur. “Ahí, en una zona casi tan grande como Catalunya, se concentran más de 20.000 niños y miles de refugiados en situación de extrema pobreza”, explicaba a los nuevos en la cita barcelonesa Mercedes Arnús de Gaudier. Ella, conjuntamente con Marisa Falcó, condesa de Godó, además de Juan de Orbaneja y Desvalls (presidente de la organización), es la más eficaz promotora de esta cena solidaria cada vez más concurrida a la que no faltó, nunca lo hace, Carlos Godó, consejero delegado de Grupo Godó, ni Ana Godó, consejera editorial de Grupo Godó.
Con su insistencia y su don de gentes, Mercedes Arnús de Gaudier ha ido convenciendo a todos (cada vez más y más jóvenes) de la necesidad de impulsar esta organización que, además de cena, celebra siempre una divertida puja.
Dirigida esta vez por Leopoldo Ortega Monasterio, de Bonhams, ayer se subastaron las aportaciones de Living Inmobiliaria, Torres, Circa (donó unos pendientes de brillantes), Suárez, Natura Bissé, Segura Viudas y La Vanguardia, mientras Juan de Orbaneja y Desvalls, presidente de la organización, recordaba que Amsudan “tiene en la educación, la construcción de escuelas, de centros de formación y la promoción de la mujer sus proyectos prioritarios”.
La noche solidaria, con que la terraza del Polo inauguró su campaña de verano, terminó con un cerrado aplauso a la más joven de todos los asistentes. Porque la cantante filipina Diana Jacobs que entusiasmó a todos con su voz solo tiene 16 años.
La subasta corrió a cargo de Bonhams y la joven Diana Jacobs, de 16 años, cerró el evento con su concierto