Macron y Merkel ponen en marcha el nuevo motor francoalemán de la UE
Un año después de votarse el Brexit, Europa está más unida y se prepara para plantar cara a Trump
Hace un año, los británicos votaban a favor del Brexit y el pesimismo se extendía por los países de mayor vocación europeísta. En la cumbre que empezó ayer en Bruselas, con la irrupción del nuevo presidente francés, el ánimo era muy distinto. Emmanuel Macron está dispuesto a reforzar la alianza con Alemania para impulsar una nueva UE, que “recupere el carácter protector que parece haber perdido”, más unida y capaz de plantar cara a las políticas de Donald Trump.
Nunca antes, en las 80 cumbres a las que lleva asistiendo, primero como ministro de Polonia y desde el 2014 como presidente del Consejo Europeo, había tenido la convicción “de que las cosas avanzan en la buena dirección”, celebró ayer Donald Tusk al recibir en Bruselas a los líderes europeos, entre ellos por primera vez el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, auténtico protagonista de la reunión.
Hace apenas un año, los británicos votaban a favor de abandonar el club comunitario. El temor a un efecto dominó que provocara la desintegración del club, asediado en casi todo el continente por fuerzas antieuropeas, lanzó a la Unión Europea a un periodo de zozobra agravado por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. El efecto ha sido el contrario al que se anticipaba. Europa se sabe ahora más sola en el mundo, más frágil y más expuesta, pero también más necesitada de unidad.
La victoria de fuerzas proeuropeas en sucesivas elecciones en el continente y la llegada de Macron al Elíseo arropado por la bandera europea al ritmo de la novena sinfonía de Beethoven –el himno europeo– ha insuflado ánimos a Europa para reaccionar unida a los muchos desafíos que tiene ante sí, empezando por prepararse para el pulso que avecina con la administración Trump en el terreno comercial y económico.
“Debemos empezar a definir ‘la Europa que protege”, afirmó Macron. Los líderes europeos se mostraron dispuestos a hacer suyo el mantra del presidente francés y abrieron la puerta a un enfoque económico más proteccionista que preserve a los ciudadanos de lo que llaman desajustes de la globalización. En su primera cumbre, Macron sacó adelante su plan para instaurar un mecanismo de “control de inversiones” de terceros países en sectores estratégicos. La idea ha ganado tracción en los últimos meses en reacción a los pasos de China para entrar en el mercado europeo pero también a los intentos de empresas estadounidenses de adquirir compañías europeas.
Será la Comisión Europea la que se encargue de evaluar las operaciones si bien “se respetará plenamente las competencias de los estados miembros”, afirman las conclusiones de la reunión para tranquilizar a los países menos partidarios de la idea, entre ellos España y países más pequeños por temor a que desincentive la llegada de capital extranjero. Francia recuerda que Estados Unidos practica activamente el control de inversiones sin que eso lleve a represalias comerciales. Los países pequeños replican que no todos tienen los instrumentos de presión política y militar de Washington, pero soplan vientos proteccionistas desde el otro lado del Atlántico e incluso los países con economías más abiertas, como Holanda y Suecia, se han subido al tren, con la promesa de que la iniciativa volverá a ser debatida por el Consejo.
El apoyo de Alemania ha sido fundamental para que el mecanismo de control de inversiones se abriera camino en Europa. Temido y a la vez añorado, el motor francoalemán puede volver a ponerse en marcha con Macron y Angela Merkel, que ha premiado su promesa de reformar la economía francesa con guiños a sus planes para la zona euro que en su día negó a su antecesor, François Hollande. Sus respectivos gobiernos trabajan en una hoja de ruta para la reforma de la unión monetaria con planes y calendario concretos, anunciaron.
En la campaña electoral, Macron lamentó que se hubiera dejado el monopolio de criticar a Europa a los antieuropeos. “Los europeístas deben criticar Europa para mejorarla”, dijo en una entrevista con Monocle. Ayer, ya como presidente de Francia, tachó de “ingenua” la actitud de la UE en los últimos años respecto al libre comercio y la globalización, explicó que a veces no se puede defender a Europa porque ha dejado de guiarse por “el sentido común” y abogó por que el proyecto “recupere el carácter protector que parece haber perdido”. “Europa ha
Donald Tusk
Presidente del Consejo Europeo “Nunca había tenido la convicción tan fuerte de que las cosas avanzan en la buena dirección”
Emmanuel Macron
Presidente de Francia “El proyecto europeo debe recuperar el carácter protector que parece haber perdido”
Angela Merkel
Canciller de Alemania “La cooperación franco-alemana ha ido muy bien y nos llevará a resultados muy positivos”
Viktor Orbán
Primer ministro de Hungría “El presidente francés es muy joven. Ayer dijo que podía pisar a los países de Europa Central. Esto no funciona así”