El lehendakari emplaza a Rajoy a “reconducir” la situación catalana
Urkullu pide al jefe del Gobierno pasar “del enfrentamiento a la negociación”
ORIGEN DEL CONFLICTO El dirigente vasco recuerda que el PP inició la recogida de firmas contra el Estatut CONSEJO CONTRA LA FRACTURA Ajuria Enea estima vital que la Moncloa abra un diálogo basado en “medidas integradoras”
Sólo mediante el diálogo se puede acabar con el conflicto territorial en España. El lehendakari Iñigo Urkullu defendió ayer esta postura en el pleno del Parlamento de Vitoria, donde pidió a Mariano Rajoy que “reconduzca” la situación de Catalunya “asumiendo su responsabilidad” en el choque entre administraciones y abandonando su “quietud”. “Hay que pasar de los enfrentamientos agonísticos a negociar”, instó el presidente vasco.
Urkullu se refirió a la situación catalana tras una petición de la bancada popular para que marcara distancias con el proceso unilateral de Catalunya después de su encuentro del pasado lunes con el presidente Carles Puigdemont. Como viene siendo habitual, el lehendakari reiteró la apuesta vasca por avanzar en el autogobierno a través de la negociación bilateral, un modelo de actuación que querría también para Catalunya pero que considera abandonado por Rajoy.
El líder vasco pidió al presidente del Gobierno que reconozca la existencia de un “conflicto de voluntades” en las sociedades catalana, vasca y española y que trabaje para buscar soluciones para “conciliar” esos sentimientos territoriales “divergentes”. En ese sentido, Urkullu consideró vital la apertura de una vía de negociación basada en “medidas integradoras” que aparquen el desencuentro institucional y eviten la “fractura social y política”.
Para ello, consideró que el Gobierno central y el PP deben abandonar su postura inmovilista y “asumir su responsabilidad” en la actual situación de Catalunya. El peneuvista recordó al líder popular en Euskadi, Alfonso Alonso, que el conflicto “se inició con la recogida de firmas” contra el Estatut, impulsado desde el PP.
Asimismo, con respecto al referéndum catalán previsto para el 1 de octubre, el lehendakari defendió la “institucionalización del derecho a decidir” desde una vía “legal” y “pactada”, una consulta acordada al estilo escocés, el que para el PNV ha sido siempre el paradigma de actuación. “Si la legalidad se convierte en un corsé, ahoga las aspiraciones democráticas y no sirve para solucionar los problemas de las naciones y los pueblos”, recordó.
Sobre su encuentro con Puigdemont, por el que el PP vasco ha acusado esta semana al PNV de apoyar las medidas rupturistas, el lehendakari subrayó que “dialogar nunca es un error”. Así, aseguró que su Gobierno “mantendrá el contacto” con Catalunya aunque “cada uno desde su realidad nacional, política e institucional”. Alonso advirtió en su interpelación a Urkullu de que si se “radicalizara”, podría romperse la buena sintonía PNV-PP actual.
Frente a la postura de Catalunya, el líder popular vasco instó a Urkullu a que “profundice” en el autogobierno por la senda de la moderación y a través del acuerdo, como en las reclamación de las transferencias pendientes, próximos objetivos del Ejecutivo de Vitoria. En ese ambiente de sintonía, el PP ya ha tendido la mano para la negociación presupuestaria del año que viene. “Siga por ese camino moderado y podremos colaborar”, recalcó Alonso.
A pesar de las advertencias populares, un escenario rupturista por parte del PNV parece, sin embargo, imposible. Urkullu, firme defensor del pragmatismo político, expone su pacto presupuestario con el PP y la consiguiente liquidación del cupo como el ejemplo de negociación satisfactoria entre diferentes, una muestra de la bilateralidad “efectiva” que reclamaba entre administraciones. A su vez, las necesidades políticas de un PP en minoría en el Congreso dan a los cinco diputados del PNV un poder negociador con el que el partido vasco no se había encontrado nunca, una oportunidad de lograr “aumentar” el autogobierno desde Madrid, para lo que el Ejecutivo vasco prepara en primer lugar la lista de transferencias pendientes, entre las que están la gestión de prisiones y la Seguridad Social.