La Vanguardia

El náufrago que fue millonario

David Glasheen debe abandonar la isla deshabitad­a en la que vive desde hace 20 años

- ALBERT MOLINS

David Glasheen, que ahora tiene 74 años, era un hombre de negocios de Sydney –de origen irlandés– cuando sobrevino el crack bursátil de 1987. Era un magnate en el negocio de la minería del oro en Papúa Nueva Guinea. En su mejor momento, su fortuna alcanzó los 25 millones de euros. De la noche a la mañana lo perdió casi todo, y su esposa le pidió el divorcio. Acostumbra­do al tren de vida al que el dinero que acababa de perder le permitía, Glasheen pasó unos años sin saber muy bien qué hacer con su nueva vida.

Todo cambió en 1993 cuando visitó Restaurati­on Island, una isla deshabitad­a –de 26 hectáreas de superficie– al nordeste de Australia. Isla Restauraci­ón es más o menos conocida porque se declaró parque nacional en 1989, y porque en ella el capitán William Bligh –que fue quien le puso el nombre – encontró suministro­s vitales, después de que los amotinados del HMS Bounty lo dejaran a él y a sus hombres en un bote a la deriva abandonado­s a su suerte.

Glasheen se enamoró del lugar y pensó que era el lugar perfecto para empezar de cero. Así que un año después, en 1994, consiguió que Restoratio­n Island Pty Ltd le arrendara una concesión de 1,52 hectáreas. Las condicione­s que el arrendatar­io le puso al hombre de negocios casi arruinado fueron que pagara un alquiler de 14.000 euros anuales, y que construyer­a instalacio­nes turísticas y para la pesca.

En 1997, Glasheen se trasladó a vivir a la isla con su novia. Pero la mujer lo abandonó y regresó a la ciudad. Desde entonces, este náufrago moderno vive solo en Restaurati­on con su perro Quasi, aunque recibe la visita ocasional de personas que navegan por esas aguas en sus yates privados. Sólo va a tierra firme –es un decir– una vez al año. Glasheen ha hecho algunas mejoras en la isla a lo largo de estos 20 años que lleva viviendo como Robinson Crusoe. La más importante, unas placas solares que le permiten tener electricid­ad y conexión a internet.

Aunque en varias declaracio­nes a diarios británicos dijo que no añora nada de su antigua vida de lujos y caprichos, también reconoce que a veces se siente un poco solo. Por eso, aprovechan­do que tiene acceso a la red, inició una campaña en línea para tratar de encontrar a su propia chica Viernes. Una compañera con la que compartir el sol y las aguas turquesa de la isla. Como reclamo publicitar­io se hizo con un maniquí al que vistió con ropas de mujer. De momento no ha tenido suerte.

Pero quizás los días de David Glasheen en su paraíso estén por terminar. De los dos compromiso­s que adquirió con el arrendador de la isla, él ha cumplido escrupulos­amente con el pago puntual del alquiler, pero no con el de construir algún tipo de infraestru­ctura turística. Tras un disputa en los tribunales entre Glasheen y la empresa propietari­a de los derechos de la isla, finalmente el Gobierno de Queensland ha decretado que el hombre tiene que abandonar su retiro, por incumplimi­ento del contrato. Eso sí, las malas lenguas dicen que en realidad, Restoratio­n Island Pty Ltd lo que quiere es construir un gran resort turístico. Mobbing inmobiliar­io en el paraíso.

El hombre de negocios se arruinó en 1987 y desde 1997 vive solo en Restoratio­n Island, al nordeste de Brisbane

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Superviven­cia. El náufrago, que ha tenido que desarrolla­r habilidade­s de superviven­cia, vive de cultivar sus propias verduras y de los peces y cangrejos que pesca
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Isla Restauraci­ón. ?? Al nordeste de Australia, pertenece al estado de Queensland. Aunque está cerca de la costa, la separan 2.000 km de Brisbane, la capital
. Isla Restauraci­ón. Al nordeste de Australia, pertenece al estado de Queensland. Aunque está cerca de la costa, la separan 2.000 km de Brisbane, la capital
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