Essence: comer, beber y aprender
Su pasión por el dulce y el interés en la docencia les llevó en el año 2000 a abrir el único restaurante de postres del mundo en Barcelona: Espai Sucre. Más de tres lustros después, Jordi Butrón y Xano Sagués lo cerraron este invierno para concentrarse en su reputada escuela Espaisucre (Sant Pere més Alt, 72). Es allí, concretamente en la biblioteca, donde arrancará el 4 de julio su nuevo proyecto. El espacio, que han remodelado, se llama Essence y consta de una única mesa para 12 comensales en la que a través de unas cenas que se pueden reservar a través de su web (Essence-EspaiSucre.com) Butrón y Sagués quieren explicar el mismo método creativo que emplean para formar a sus alumnos. Qué mejor manera que aprender con la práctica, comiendo, se preguntan ambos, mientras reciben a los primeros grupos de comensales que probarán la experiencia. Es el método Espaisucre, su sistema educativo pero también el brazo ejecutor de sus elaboraciones dulces. Los comensales tomarán tres tapas saladas, cinco postres y tres tapas dulces en las que no faltará el factor sorpresa. Adentrándose en el métodos la experienciaaprendizaje arrancará con la elección de los ingredientes (unión de gusto, textura y aroma), la elección de la técnica (al servicio del sabor) y la del emplatado (mucho más que una cuestión estética). Mientras saborea, el comensal va probando los platos y aprendiendo cómo se ha llegado hasta el resultado final. Lo acompañan los cócteles del conocido barman Javier Caballero. La experiencia (¿Una cena? si lo es, para nada convencional) cuesta 56 euros (75 con los cócteles).