La Vanguardia

EL IVA EN LOS SERVICIOS FUNERARIOS

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Otro de los temas tratados en la jornada sobre el sector funerario en Barcelona fue el IVA que tienen este tipo de servicios en España. Actualment­e, en nuestro país se sitúa en el 21%, desde el año 2012.

Esta cifra supone una de las más altas de Europa, según explicó Oriol Amat durante su intervenci­ón en la jornada, ya que solo está por detrás de países como Hungría, Croacia, Grecia y Bélgica. Mientras que en estados como el Reino Unido o Italia los servicios funerarios están exentos de este impuesto.

En la jornada, se recordó que el sector pide que el IVA se sitúe en el 10%. Josep Ventura explicó que “los técnicos de la Administra­ción están de acuerdo, así que tomar la decisión definitiva es una cuestión política”.

Además, servicios asociados al funerario, como el transporte de personas, la hostelería o el sanitario, están también exentos o sujetos a un tipo impositivo reducido en vida de las personas, pero no tras su defunción.

Ante este nuevo panorama de una mayor demanda de calidad por parte de la ciudadanía, Reig apuntó que la obligación de las administra­ciones “es buscar las máximas sinergias entre los recursos del sector público y los del privado”. Otro aspecto destacado de la jornada fue el resumen del estudio El gasto funerario en la ciudad de Barcelona, a cargo de Oriol Amat, autor del mismo y catedrátic­o de la Universita­t Pompeu Fabra (UPF).

FUNERARIAS: LAS CIFRAS

Amat explicó que para realizar el estudio se habían basado en 40.000 facturas de las empresas Mémora y Áltima. Se trata de una muestra que no se ha dado en trabajos similares sobre el sector.

El estudio aporta como principale­s conclusion­es que el gasto medio (sin IVA) de las familias de Barcelona por un servicio funerario es de 3.190 euros, aunque hay variacione­s sustancial­es según los niveles de renta. Para comparar este dato, el gasto medio en Estados Unidos puede llegar hasta los casi 8.000 euros (aunque varía según la zona), en Reino Unido es de 4.266 euros y en Francia de 4.051.

Aunque en Barcelona se registran importante­s diferencia­s entre distritos. Por ejemplo, en el caso de las familias sin cobertura por un seguro de defunción (un 24,37% del total), la variación del gasto abarca desde los 3.474 euros en Ciutat Vella hasta los 6.245 euros en Les Corts.

Sobre estas diferencia­s entre zonas de la capital catalana, Amat concluyó que “en los distritos con menor renta es donde hay más población asegurada”. También destacó cómo la crisis ha hecho descender el gasto en este ámbito alrededor de un 7,32%, concretame­nte, la bajada se ha dado desde el año 2012.

VOLUNTADES ANTICIPADA­S

Amat también señaló cómo la gentrifica­ción, que tanto está dando de que hablar en Barcelona, también tiene su influencia en el sector funerario. “Entre 1990 y 2015, se ha producido una caída en los decesos debida, en parte, a este fenómeno y otros aspectos, como el deseo a ser enterrado en tu población de origen”, indicó el economista.

El informe de la UPF también señala que solo un 1% de las personas en Catalunya hace un registro de voluntades anticipada­s para indicar cómo quiere que sea su entierro. Es una cifra muy baja, tal como indicó el propio Amat, pero es el doble que la del resto del Estado. De igual manera, también contrasta con el

El continuum asistencia­l es imprescind­ible para un modelo de calidad

número de personas que decide hacer testamento, que es un 80% en Catalunya, y en otras partes de España la cifra media es del 60%. Ante estos datos, el catedrátic­o de la UPF concluyó que “como la muerte es algo seguro, vale la pena planificar­la”.

La jornada también tuvo otra mesa redonda con el tema El continuum asistencia­l, desde la vida hasta la muerte. Aquí el tema fue distinto a la vertiente política y económica que tuvieron las otras intervenci­ones del evento, y se centró en los aspectos más sociales de acompañami­ento a las personas en sus últimos momentos.

PRINCIPIOS Y MUERTE

El doctor Josep Planas, jefe de la Unidad de Curas Paliativas del Hospital del Mar de Barcelona, expuso las necesidade­s “de colaboraci­ón, cooperació­n y confianza entre los actores implicados en la atención al paciente, ya sean médicos, enfermeras, psicólogos o las propias empresas funerarias”.

Planas puso el acento en que “actualment­e ya están en marcha servicios sociales no cubiertos públicamen­te que se han ido implementa­ndo en nuestra sociedad satisfacto­riamente, y que, al ser cada vez más complejos y plurales, implican una colaboraci­ón conjunta de los diferentes profesiona­les del sector”.

Otro ponente en la mesa redonda fue Francesc Torralba, catedrátic­o de Ética de la Universita­t Ramon Llull y miembro del Consejo de Transparen­cia del Ayuntamien­to de Barcelona. Torralba explicó que “conviene entender la muerte desde tres principios: el de autonomía, equidad y veracidad”. El primero, argumentó, permite a la persona escoger cómo será el final de su vida; el segundo asegura al paciente una atención adecuada, y el tercero, finalizó, garantiza que la persona esté informada en todo momento con el apoyo emocional adecuado.

La ocupación media de los velatorios en Barcelona es de un 44,7%

Gemma Roces, responsabl­e de Programas de Cuidadores, Mujer y Formación en el Final de la Vida y Duelo de Cruz Roja, fue la última ponente de la mesa redonda. Resaltó que “el servicio funerario es esencial y se debe mostrar de manera ética, transparen­te y profesiona­l para conseguir una sociedad más justa”.

SILENCIO SOCIAL

La jornada también contó en su tramo final con la conferenci­a de Jordi Portabella, ex concejal de ERC en el Ayuntamien­to de Barcelona y actual director del Área de Investigac­ión de la Fundación Bancaria ”la Caixa”. Su ponencia trató sobre El silencio

social de la muerte y defendió superar el tabú que supone hablar de ella: “Debemos ser capaces de saber comunicar y evitar la inexistenc­ia de noticias, tanto para familias como para las personas afectadas”.

Portabella reconoció que se trata de una tarea complicada, porque “la muerte por una enfermedad de larga duración conlleva un impacto social”. Pero apostó por “romper esta conspiraci­ón de silencio para hablar de la muerte con programas que traten la cuestión”.

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Foto de los ponentes ( izquierda) y Oriol Amat (sobre estas líneas), autor de el estudio ‘El gasto funerario en la ciudad de Barcelona’.
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