Buscando una salida
El Barça se apresta a vender a sus transferibles para hacer caja
El verano se hará largo hasta conocer el desenlace de la tentativa del FC Barcelona por fichar al centrocampista Marco Verratti, pero otras operaciones menos glamurosas, destinadas a soltar lastre, están en marcha y, en algunos casos, su final es inminente. La intención del club azulgrana es hacer caja precisamente para poder comprar con más recursos y también para cuadrar balances con mayor soltura contable antes de que concluya el mes de junio.
Las prisas para negociar no son buenas consejeras pero en algunos casos no se trata tanto de ganar dinero como de dejar de perderlo. Vista la tradicional torpeza de la entidad para las ventas, el objetivo es en algunos casos el ahorro de unas cuantas fichas, auténtico drama y razón principal por la que es tan difícil para el club desprenderse de algunos futbolistas mediante un buen traspaso. La masa salarial de la plantilla azulgrana, incluidas sus piezas secundarias, complementarias o directamente inservibles, alcanza cotas escandalosas.
Jérémy Mathieu está a punto de dejar de pertenecer al Barça. El central francés está negociando su marcha al Sporting Clube de Portugal
JOAN JOSEP PALLÀS
y sólo le separa de su nueva aventura el concretar cuál será su sueldo, es decir, la cifra que más se acerque a la que cobraba como azulgrana. El Barça, en esta operación, dejaría libre al futbolista con total seguridad. Fichado en el verano de 2014 por Andoni Zubizarreta en su infructuoso empeño para localizar un central, Mathieu costó 20 millones a la edad de 30 años. Ahora tiene 33 y se va gratis. Su rendimiento
ha sido decreciente en estas tres temporadas. Inclasificable es el paso por el Camp Nou de Thomas Vermaelen, otro central fichado por Zubizarreta, este lastrado por un historial de lesiones interminable. Su año cedido al Roma ha confirmado los peores augurios. Al Barça le resultará tan difícil obtener beneficios como encontrar un destino para el belga, también veterano (31).
Pero no todo es ruinoso, al menos en teoría. El Barça espera sacar rédito de otros futbolistas de los que ha decidido prescindir, empezando por Cristian Tello, extremo que despuntó con Pep Guardiola, se ganó un buen contrato y después cayó en desgracia. Procedente del Fiorentina, su destino apunta a un retorno a la Liga española. El Barça lo ha tasado en unos diez millones de euros. Está por ver si el Betis, su
principal pretendiente, alcanza esa cantidad. Más cartel tiene hoy en día Munir el Haddadi. Por juventud y proyección, el delantero cedido esta temporada al convulso Valencia cuenta con varias ofertas y su precio de salida, fijado por el Barça, oscila entre los 25 y los 30 millones de euros. Tras rechazar una oferta en firme del Nápoles, Munir ha recibido propuestas de Alemania (Shalke 04), Rusia (Zenit de San Petersburgo) e Inglaterra.
Un caso distinto es el de Arda Turan, refuerzo decepcionante por sus insuficientes prestaciones y compromiso. Mantiene el turco pese a todo algo de fama, al menos esa es la esperanza del Barça. El mercado chino, que fue su salida natural, se ha complicado ahora porque el gobierno de aquel país ha incrementado el impuesto arancelario a los clubs compradores.
El futuro de Gerard Deulofeu es una incógnita. Recuperado por el Barça tras ser recomprado al Everton a cambio de 12 millones, el jugador aguarda una charla con Ernesto Valverde. Podría cundir el ejemplo entre algunos compañeros, sobre todo centrocampistas. El excedente es tal en la línea media que no es descartable alguna salida hoy imprevista consensuada con el nuevo entrenador. Samper y Douglas, por último, serán de nuevo cedidos.