La Vanguardia

Revestimie­nto letal

Al menos 27 bloques municipale­s en todo el país tienen un revestimie­nto inflamable

- INTERNACIO­NAL

Después de verse obligado a pedir perdón por su reacción tras el fatal incendio en la torre Grenfell, donde murieron 79 personas, el Gobierno británico ordena evacuar a miles de vecinos que viven en bloques similares.

Después de verse obligado a pedir perdón por su reacción tras el fatal incendio en la torre Grenfell, donde murieron 79 personas, el Gobierno británico no quiere que la imagen del rascacielo­s en llamas se convierta en un fantasma que le persiga durante el resto de su frágil mandato. Tal vez es por esto que el Ejecutivo de Theresa May se ha puesto manos a la obra para demostrar que el riesgo que afrontan los miles de vecinos de bloques con revestimie­ntos igual de peligrosos que el de Grenfell es una preocupaci­ón prioritari­a.

Ante el anuncio por parte del Ministerio de Comunidade­s de que al menos 27 edificios de propiedad municipal en todo el Reino Unido (en lugares como Londres, Manchester, Plymouth y Portsmouth) tienen un revestimie­nto inflamable y un sistema de aislamient­o parecido a los de la torre Grenfell, y por lo tanto no cumplen con los mínimos de seguridad antiincend­ios, es el turno de las autoridade­s locales. Las primeras en dar un paso han sido las de Camden, que han puesto en marcha un complicado plan de evacuación de casi 4.000 personas, los residentes de cuatro enormes torres de bloques de pisos en el norte de Londres.

“Sé que muchos vecinos están enfadados y tristes, pero quiero ser clara en que el Ayuntamien­to de Camden ha actuado para protegerle­s”, declaró la líder de este distrito, Georgia Gould. “La torre Grenfell lo ha cambiado todo, y cuando nuestros bloques eran inseguros para vivir, hemos actuado”.

También valoró la acción la premier, Theresa May, que prometió que habrá tantas evacuacion­es como sea necesario y que su Gobierno hará “lo que haga falta” para asegurar que los desalojado­s tengan un lugar en que quedarse.

Así, en plena noche del viernes, los residentes de cuatro edificios de unos 650 apartament­os –muchos

May dice que habrá tantas evacuacion­es como sea necesario y promete un techo a los desalojado­s

de protección oficial– se vieron forzados a abandonar apresurada­mente sus casas, con los responsabl­es municipale­s yendo puerta por puerta. Algunos vecinos no habían recibido aviso previo pese a que los inspectore­s estuvieron tres días evaluando la seguridad de los edificios, e incluso se enteraron de que debían dejar sus pisos por televisión. Según informaron las autoridade­s de Camden, los bloques no han superado el examen de seguridad no sólo por el revestimie­nto inflamable, sino también por problemas en las puertas de salida de emergencia y en el aislamient­o de las tuberías del gas. Los bloques fueron remodelado­s entre el 2006 y el 2009 por la misma empresa, Rydon, que supervisó las obras en la incendiada torre Grenfell.

Las familias –algunas con mayores o niños muy pequeños– salieron en plena noche con maletas con lo necesario para entre dos y cuatro semanas, lo que tardarán las obras. Renee Williams, de 90 años, que ha vivido en la torre Taplow –uno de los edificios desalojado­s– desde 1968, criticó a través de la Asociación de Prensa Británica que “ningún encargado vino para contarnos qué está pasando. Lo he visto en televisión”. “Es increíble. Entiendo que es por nuestra seguridad, pero no pueden pedirnos que salgamos con tan poca antelación”, protestó.

Los trabajador­es del Consistori­o les llevaron hasta un gimnasio cercano y otros lugares de acogida, donde pasaron la noche en colchones hinchables. Antes de entrar les preguntaba­n si no tenían ningún otro lugar al que ir. Otros fueron a hoteles o decidieron acomodarse en casas de familiares. Sin embargo, algunos, como Carl McDowell, vieron desproporc­ionado el desalojo. El joven dice que echó un vistazo a los colchones y decidió volverse a su cama. En total, unas 86 personas se negaron a abandonar los edificios, cuya seguridad ahora es responsabi­lidad de los bomberos. El caos vino incluso por las mascotas: los encargados les pidieron que por el momento las dejaran en los peligrosos bloques inflamable­s, pero muchos decidieron no obedecer y llevarlas consigo.

Las autoridade­s de Camden han informado de que el material del revestimie­nto será sustituido por otro que no sea inflamable. En la torre Grenfell, incendiada por una nevera en mal estado, este cambio en las obras originales apenas habría supuesto 6.000 euros de coste adicional. Scotland Yard se plantea presentar cargos de homicidio contra una serie de empresas que podrían ser responsabl­es de la tragedia.

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HANNAH MCKAY / REUTERS Los vecinos de la torre Taplow, en Camden, abandonaro­n sus casas en plena noche cogiendo todo lo que pudieron

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