UNIVERSO MIRONIANO
La masía de Mont-roig, eje del universo mironiano, abrirá el 20 de abril del 2018, el 125.º aniversario del artista
La masía de Mont-roig abrirá el 20 de abril del 2018, para conmemorar el 125.º aniversario de Joan Miró.
Mi abuelo, en los últimos meses antes de morir –dice Joan Punyet–, estaba muy preocupado por el futuro incierto de la masía”. El 20 de abril del 2018, cuando se cumplan los 125 años del nacimiento del artista, empezará a cumplirse el viejo sueño del artista de que su masía quedara a salvo y no sea algo muerto. Para esa fecha está prevista la apertura al público de parte del Mas Miró de Mont-roig del Camp, y el centro del universo mironiano, la tierra que le inspiró y le dio las fuerzas para irradiar su obra por los cinco continentes, pueda cobrar vida de nuevo.
La lucha por preservar la masía más universal, una imagen que identifica Catalunya en el mundo entero, habla de la sensibilidad cultural de los políticos. Cuando en Francia cuidan, miman y preservan la casa de Monet en Giverny –con más de medio millón de visitantes al año– o de Cézanne en Aix-en-Provence, o favorecen con desgravaciones fiscales el coleccionismo y las donaciones de obras de arte, la hija de Miró, Maria Dolors, vio impotente cómo la masía era amenazada por autovías, carreteras y Euromed, hasta el punto que, gracias a la denuncia periodística, se evitó in extremis que entraran las excavadoras para arrasar el taller de Miró.
Hoy, el proyecto de devolver la vida a la masía sigue en pie gracias a las donaciones de la familia del artista –Joan Punyet y Lola Fernández–, que ha donado la casa y los terrenos y 750.000 euros. La Generalitat ha dado una subvención de 159.000 euros para rehabilitar la casa, pero sigue resistiéndose a entrar en el patronato de la Fundació Mas Miró, en la que están la familia del artista, el Ayuntamiento de Mont-roig, el ceramista Joan Gardy Artigas, la Fundació Miró de Barcelona y ya han apalabrado su participación las fundaciones de Mallorca y la Secretaría de Estado de Turismo. La familia renunció a los seis millones de euros que les debía el Estado por el logo turístico mironiano y ahora espera que el Gobierno español corresponda a su generosidad. El convenio firmado por dos años, prorrogable a tres, implicará el apoyo a la promoción turística y, a partir del año que viene, una partida presupuestaria.
“El Mas Miró quiere ser un centro cultural y ecológico. Exposiciones, conciertos, conferencias, teatro... Pensamos en la posibilidad de exponer, por ejemplo, una gran obra al año en la capilla y explicarla con todo detalle. También instalaremos en el jardín once esculturas que ahora están en Mallorca para crear un parque escultórico y cerrar el triángulo mironiano: Barcelona, Mallorca y Camp de Tarragona”. La pretensión ecologista se llevará incluso al merchandising. Todo producto que se venda será reciclable y no habrá ningún material contaminante o derivado de petróleos, como plásticos y, si son de madera, será de árboles ya caídos. La energía que alimente el conjunto será también natural”.
La otra vía es la ecológica. “¿Qué nos distinguirá de otras casas museo del mundo, aparte, claro, de la personalidad de Miró? Queremos ser un ejemplo de centro cultural ecológico y un ejemplo de concienciación para proteger la naturaleza del planeta con hechos, no con palabras. Lo hemos comentado con el equipo de arquitectos RCR, que acaban de ganar el premio Pritzker, y con el despacho de Freixas, y están entusiasmados”.
Fran Moracho, el alcalde de Mont-roig, comparte el entusiasmo de una iniciativa que revitalizará la comarca y dará a conocer el paisaje que enamoró a Miró. Una empresa del pueblo, especializada en agricultura ecológica, se encargará de labrar los campos, sembrar almendros, cultivar el huerto y poner a disposición de los visitantes productos de la zona, que podrán vivir la experiencia de una masía, con sus cabras, gallinas y caballos, pasear en la tartana catalana o ver la lluvia de estrellas en un cielo aún libre de la contaminación lumínica. “Cuando George Antheil fue a visitar a mi abuelo, quiso llevar a su música el sonido de los cascos de los caballos, el canto de los grillos en la noche... El canto de la tierra, eso es lo que queremos recuperar”, dice Joan Punyet.
Elena Juncosa Vecchierini, autora de un documentado trabajo sobre la masía, dirige el centro que ahora se pone en marcha, después de que la familia del artista –primero la hija de Miró, después su nieto Emili y ahora Joan– tocara inútilmente a la puerta de la Generalitat para que la institución catalana garantizara la viabilidad anual del proyecto. La dirección del Mas Miró ha cam-
CAMINO DE INCOMPRENSIONES El proyecto de preservar la masía más universal comenzó en 1998
GENEROSIDAD La familia ha donado los terrenos, la casa, 750.000 euros y once esculturas
CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO El centro será pionero en agricultura y ‘merchandising’ ecológicos
ARQUITECTURA DE VANGUARDIA El equipo de arquitectos RCR, último Pritzker, lidera la rehabilitación
biado la estrategia e irá construyendo y abriendo el centro por fases. “La primera fase –dice Elena Juncosa– es rehabilitar las casas para que el 20 de abril el público pueda visitar el taller, con todos sus elementos y objetos, pinceles, calabazas, algún esbozo, el calendario en la pared..., tal como lo dejó Miró. La intención es que el visitante tenga la sensación de que Miró está a punto de entrar de un momento a otro en el taller para seguir pintando. También se podrán visitar el exterior, los campos, el jardín o las actividades que se realicen al aire libre”.
La primera fase tiene un presupuesto de 450.000 euros, de los que 159.000 los ha aportado la Generalitat, y el resto, la familia del artista y donaciones privadas, gestionadas por Joan Punyet, quien consiguió que las galerías Acquavella y Pace de Nueva York aportaran 250.000 dólares cada una de ellas.
El siguiente objetivo es concursar por el 1,5 % cultural que el Ministerio de Fomento no convoca desde el 2014 para financiar el proyecto arquitectónico de los equipos de RCR y Freixas en la casa de los masoveros, declarada bien de interés cultural, y que pueda ser rehabilitada como espacio polivalente y de servicios.
El alcalde Fran Moracho cree que será un gran polo de atracción de visitantes que aportará riqueza cultural, económica y social a la zona. “Miró es universal y además de los turistas que tenemos en nuestro entorno, Montroig sólo está a una hora y media en coche de Barcelona. “La masía está incluida en la ruta de casas icónicas catalanas: Pau Casals en El Vendrell, Casa Masó (Girona), Casa Museu Amatller (Barcelona), Museu Duran i Sanpere (Cervera), Casa Vicens (Barcelona), Món Sant Benet o Museu Cau Ferrat de Sitges.
Las siguientes fases, que han de incluir la obra nueva diseñada por RCR y Freixas, depende de que se garantice la viabilidad presupuestaria. Los responsables de la fundación creen que a medida que la Generalitat y la Diputación de Tarragona vean la respuesta del público y la importancia del centro, se decidirán a participar.
Miró sacaba de la naturaleza su fuerza creativa, espejo ante el que borraba el artificio de la pedantería intelectual, para encontrarse cara a cara con las verdades profundas. Una brizna de hierba era para él tan importante como una montaña y un pequeño insecto se igualaba al astro más luminoso. Mont-roig fue su centro espiritual, su Walden. Y su pintura no deja de alimentar al ser humano, una llamada contra las dictaduras del siglo XX, contra la mercantilización de todas las épocas y contra el atentado ecológico al planeta.