Las municipales se calientan
La investigación del incendio marcará la precampaña del 1-0
Portugal está en precampaña desde hace ya semanas para el 1 de octubre, el día de unas elecciones municipales que se presentaban como un paseo bastante triunfal para el Partido Socialista (PS) de António Costa y cuyo desenlace está ahora envuelto en la espesa humareda del fuego de Pedrogão. Parece difícil que pueda estar en peligro la victoria que, pese a su leve bajada en votos y al triunfo de un independiente en Oporto, el PS ya logró hace cuatro años, gracias al fuerte desgaste que acumulaba entonces el PSD de Passos Coelho. Pero después de lo que el presidente de la República calificó como “una tragedia casi sin precedentes en el Portugal democrático”, el panorama se complica.
Ahora la precampaña pasa a estar marcada por la investigación sobre el incendio de Pedrogão, tanto en el ámbito policial y judicial como en el político, con la anunciada comisión independiente en el Parlamento, así como por la discusión legislativa de la reforma forestal que el Gobierno pretende que se apruebe en julio.
En las calles y las carreteras portuguesas son visibles tanto los primeros carteles de los candidatos a las cámaras municipales, que es el nombre oficial de los ayuntamientos, como los de una campaña nacional del PS en la que presume de los buenos indicadores macroeconómicos. Hay uno especialmente llamativo, en el que en letras blancas sobre fondo rojo se lee “2,1%, el déficit más bajo de la democracia”. Se trata de un lema que incomodó al Bloque de Izquierda, que lamentó que los socialistas hicieran suyo el discurso de la derecha del control de las cuentas públicas. También molestó al Bloque y a los comunistas la candidatura del ministro de Finanzas Mário Centeno para dirigir el Eurogrupo, al temer que suponga un todavía mayor anclaje en la ortodoxia económica, en el momento en el que pretendían impulsar políticas sociales más potentes.
Como explica el politólogo André Freire en su libro Para lá da “geringonça” (Más allá de la “jeringonza”)
El Gobierno de Costa logró consolidarse al dar marcha atrás a la severa austeridad de Passos y la troika
la virulencia de los ajustes aplicados a las órdenes de la troika por el Gobierno de Passos Coelho generó un inédito espacio de entendimiento entre PS, Bloque y PCP para dar marcha atrás en la austeridad, ofreciendo una satisfacción a sus electorados sin necesidad de rupturas. Lo lograron con la subida del salario mínimo, la reposición de cuatro festivos, la anulación de los recortes de los funcionarios, el regreso a las 35 horas en el sector público y la descongelación de las pensiones. Así, el PS se colocó primero en las encuestas, incluso aunque los dos partidos de la derecha, PSD y CDS, se volvieran a presentar juntos como en el 2015, en la coalición Portugal à Frente. Las municipales aparecían como la confirmación de este panorama, en el que ahora ha irrumpido el incendio.