Un rato de buen rollo antes de la radioterapia
Los Pallapupas irrumpen en las salas de espera del Oncològic y su labor será evaluada para saber si inciden en la mejora de los pacientes
Lo mejor fue el día en que una mujer que acompañaba a su marido a la radioterapia se arrancó a cantar un tango, allí mismo. Ellos tienen ese efecto. Van saludando con sus narices rojas, improvisando bromas suaves, porque no se pueden permitir ser estridentes en las salas de espera de enfermos de cáncer, y el público se anima y juega. Juega a reír, a seguirles la broma, a incitarles. Cuando luego entran en la consulta, son muchos los pacientes que enseñan al médico la selfie con los Pallapupas. “Se la acabo de enviar a mi hija, mire”.
Los Pallapupas son expertos en enfermos infantiles y ahora llevan un año experimentando en un hospital de adultos especializado en cáncer. Payasos y adultos, payasos y cáncer, son combinaciones difíciles sobre el papel. El Institut Català d’Oncologia (ICO) se lanzó a probarlo en el Duran i Reynals, dentro de un programa que incorpora esos otros servicios que no son propiamente médicos y que pueden mejorar la vida de los pacientes.
En el programa Convivir con el Cáncer hay desde asistencia jurídica rápida con el Colegio de Abogados hasta entrenamiento de maquillaje tras la quimio para intentar estar y verse mejor.
La propuesta quedó aprobada, la financiación pactada con un benefactor anónimo y las reglas claras: la experiencia debía evaluarse científicamente. Será probablemente una tesis doctoral en la que se deberá demostrar hasta qué punto estas intervenciones, esa incursión de risas en una enfermedad tan larga y tan dura, tienen un efecto positivo. De momento, el servicio se ha extendido a las salas de espera de consultas externas y de radioterapia y a la sala de hospitalización de hematología. Parece que sienta muy bien.
“Un rato de buen rollo, que falta nos hace. Aunque la verdad es que nosotros somos animados y siempre charlamos a gusto con la gente. Hemos tenido suerte, se lo detectaron muy pequeño, sí, de mama, y ya hemos hecho 18 sesiones de radio de las 25 que le tocan. Y como venimos cada día, te encuentras con muchos que ya conoces. Y te das cuenta de que no estás tan mal. Así que, cuando llegan estos, disfrutamos”, resume José Rovira junto a Montse Cotela, vecinos de El Prat.
“Y te rompe un poco el día, di que sí. Unas risas y esa espera es menos pesada. Cada día aquí. Llevo diez años entrando y saliendo entre el ICO, Bellvitge y Granollers. Ahora vengo a consulta. No, la radio yo la hago por la tarde así que no los veo a estos. Pero con un ratito de humor se le olvidan a uno algunas cosillas”, opina Manuel Rubio, que espera junto a Herminia Rodríguez. Ella sigue con la risa en la cara aunque los Pallapupas han pasado a la siguiente sala de espera.
Marc Fonts y Jordi del Río, los dos actores payasos expertos en actuar en medio de la enfermedad, han prometido arreglar el aire acondicionado. Reparten abanicos, algunos rotos, y cada entrega genera una anécdota de la que tirar. Y las risas se encadenan. Al final todos juntos impulsan el aire hacia los vecinos de sala.
Quienes esperan están ya metidos en el juego. Le indican a uno de los payasos la puerta por la que ha desaparecido el otro. Se mete y aparece una nariz roja dos puertas más allá. “Por allí, por allí”, le jalean.
Buen rollo, chistes. Apenas un paciente molesto. “Siempre hay alguien que no lo lleva bien”, comentan otros pacientes arropando a sus payasos. Cada martes actúan de 10 a 2. Los jueves van a la sala de hematología. Allí trabajan con los datos de cada paciente ingresado. Saben si hay una buena noticia, si espera la visita de alguien querido, si se pueden hacer bromas sobre esto o aquello, si mejor humor sin palabras.
“El siguiente paso será extenderlo a más servicios y a los otros centros del ICO en Badalona y Girona”, explica la directora de estrategia, Ana Rodríguez. Los planes del programa de mejora de la calidad de vida de los pacientes se ampliarán con meditación y yoga. “Y pronto música en vivo en las UCI, en los quirófanos. Se llaman Música en Vena, están funcionando muy bien en otros hospitales en Madrid y en septiembre empezaremos en el ICO y también en el ICS (Institut Català de la Salut)”.
El área Convivir con el Cáncer del ICO incluye payasos, abogado rápido, maquillaje posquimio y, pronto, músicos