Vacaciones a la vista: claves para financiarlas con un préstamo
El verano es una época de gastos importantes para las familias, en especial a la hora de organizar unas vacaciones. Pedir un préstamo es una buena solución para no quedarnos sin los ahorros para imprevistos.
Llegan las vacaciones, después de un año de gastos de todo tipo, los fijos y los inesperados, y ha sido imposible ahorrar para afrontar los costes de un viaje en familia. Cualquier opción de ocio estival puede resultar una importante carga para un hogar. Además, no hay que perder de vista que septiembre está en el horizonte y también puede ser una época complicada por cuestiones como la vuelta al cole. Pero todo el mundo se merece un descanso veraniego, y más una familia con niños. Primero, se pueden encontrar opciones de vacaciones que se ajusten bien a las posibilidades de la economía familiar. Y segundo, si los ahorros no son suficientes, o no queremos quemarlos en unas vacaciones porque es el fondo familiar para imprevistos, se puede optar por un préstamo, siempre y cuando se planifique bien para que no acabe siendo un lastre para las finanzas del hogar.
¿QUÉ PRODUCTO FINANCIERO NECESITO?
Un primer paso para financiar las vacaciones es conocer los productos que hay en el mercado. Una confusión muy generalizada es considerar
préstamo y crédito como sinónimos, pero hay claras diferencias. En el primer caso, se solicita una cantidad fija que habrá que retornar en unos plazos determinados y a cambio de unos intereses. Mientras que el crédito es una cantidad fija que la entidad pone a disposición del cliente, y solo se pagan intereses en función del importe que se ha empleado.
Para financiar unas vacaciones, portales como Finanzas para todos, de la CNMV, recomiendan un préstamo personal o de consumo con intereses fijos que oscilan entre el 8% y el 10%. Es una mejor opción que, por ejemplo, el aplazamiento de pago de la tarjeta de crédito, unas operaciones que pueden superar el 20% de tipo de interés.
ENCONTRAR EL CRÉDITO MÁS CONVENIENTE
El tipo de interés es solo uno de los factores que hay que tener en cuenta. En la página Economiaparati.
com de Cofidis se recomienda tener presentes también otros cuatro aspectos clave, como son el TAE (tasa anual equivalente), la cuota, los plazos y las comisiones. Cuatro conceptos básicos que hay que entender para acceder a una financiación informada y responsable.
En el caso de los préstamos personales a interés fijo, un plazo corto puede resultar atractivo por sus intereses bajos. Sin embargo, a veces, puede resultar mejor pagar durante más meses pero menos cantidad para que las finanzas del hogar vayan más descansadas, por lo que es ventajoso tener muy clara cuál es la situación de la economía familiar. Al tratarse de préstamos con cantidades relativamente pequeñas (en especial, si se compara con una hipoteca, por ejemplo), se tienen que evitar garantías adicionales, como avales de terceras personas o tener que contratar productos adicionales.
Una buena manera de comprobar cuánto va a costar un préstamo es sumar las cantidades amortizadas mensualmente. Esa cifra se compara con el dinero solicitado, y si es muy superior es que la operación no será la más adecuada.
A QUIÉN SOLICITAR EL PRÉSTAMO
Lo mejor, al final, es recurrir a una entidad de confianza para solicitar el préstamo. La clave Hay que recurrir a una entidad que esté sometida a la supervisión del Banco de España es comprobar que la empresa está presente en el registro de entidades y agentes del Banco de España. Es una manera de asegurarse que ante cualquier problema, los derechos del consumidor se respetarán. Estas empresas reguladas pueden ser entidades de la banca tradicional o establecimientos financieros de crédito (EFCS).
LOS ESTRICTOS REQUISITOS DE LA BANCA
La banca tradicional puede ofrecer productos interesantes, pero su gran objetivo es fidelizar al cliente que ya tiene, por lo que sus condiciones ventajosas puede que solo se apliquen a las personas que ya tengan contratados productos con ellos. En cambio, las EFC no solicitan la contratación de productos, como una nómina o seguros, y mantienen las mismas garantías, por lo que se puede disponer antes del dinero.
Un préstamo personal o de consumo puede financiar unas vacaciones
En conclusión, si se opta por recurrir a un préstamo para financiar las vacaciones, lo mejor es recurrir al sentido común. Conviene hacer un estudio previo de las finanzas familiares, para conocer las posibilidades reales de endeudamiento. Y luego comparar muy detenidamente las ofertas de cada entidad, desconfiando de las grandes gangas. Porque la ilusión por ofrecer unas vacaciones a nuestros hijos no debe cegarnos a la hora de entramparnos en operaciones arriesgadas y cuyas implicaciones y gastos finales no llegamos a entender. Por eso es muy importante estar bien informados a través de la prensa escrita o webs de educación financiera responsable como