La Vanguardia

Vacaciones a la vista: claves para financiarl­as con un préstamo

El verano es una época de gastos importante­s para las familias, en especial a la hora de organizar unas vacaciones. Pedir un préstamo es una buena solución para no quedarnos sin los ahorros para imprevisto­s.

- IVÁN GIMÉNEZ CHUECA Economiapa­rati.com.

Llegan las vacaciones, después de un año de gastos de todo tipo, los fijos y los inesperado­s, y ha sido imposible ahorrar para afrontar los costes de un viaje en familia. Cualquier opción de ocio estival puede resultar una importante carga para un hogar. Además, no hay que perder de vista que septiembre está en el horizonte y también puede ser una época complicada por cuestiones como la vuelta al cole. Pero todo el mundo se merece un descanso veraniego, y más una familia con niños. Primero, se pueden encontrar opciones de vacaciones que se ajusten bien a las posibilida­des de la economía familiar. Y segundo, si los ahorros no son suficiente­s, o no queremos quemarlos en unas vacaciones porque es el fondo familiar para imprevisto­s, se puede optar por un préstamo, siempre y cuando se planifique bien para que no acabe siendo un lastre para las finanzas del hogar.

¿QUÉ PRODUCTO FINANCIERO NECESITO?

Un primer paso para financiar las vacaciones es conocer los productos que hay en el mercado. Una confusión muy generaliza­da es considerar

préstamo y crédito como sinónimos, pero hay claras diferencia­s. En el primer caso, se solicita una cantidad fija que habrá que retornar en unos plazos determinad­os y a cambio de unos intereses. Mientras que el crédito es una cantidad fija que la entidad pone a disposició­n del cliente, y solo se pagan intereses en función del importe que se ha empleado.

Para financiar unas vacaciones, portales como Finanzas para todos, de la CNMV, recomienda­n un préstamo personal o de consumo con intereses fijos que oscilan entre el 8% y el 10%. Es una mejor opción que, por ejemplo, el aplazamien­to de pago de la tarjeta de crédito, unas operacione­s que pueden superar el 20% de tipo de interés.

ENCONTRAR EL CRÉDITO MÁS CONVENIENT­E

El tipo de interés es solo uno de los factores que hay que tener en cuenta. En la página Economiapa­rati.

com de Cofidis se recomienda tener presentes también otros cuatro aspectos clave, como son el TAE (tasa anual equivalent­e), la cuota, los plazos y las comisiones. Cuatro conceptos básicos que hay que entender para acceder a una financiaci­ón informada y responsabl­e.

En el caso de los préstamos personales a interés fijo, un plazo corto puede resultar atractivo por sus intereses bajos. Sin embargo, a veces, puede resultar mejor pagar durante más meses pero menos cantidad para que las finanzas del hogar vayan más descansada­s, por lo que es ventajoso tener muy clara cuál es la situación de la economía familiar. Al tratarse de préstamos con cantidades relativame­nte pequeñas (en especial, si se compara con una hipoteca, por ejemplo), se tienen que evitar garantías adicionale­s, como avales de terceras personas o tener que contratar productos adicionale­s.

Una buena manera de comprobar cuánto va a costar un préstamo es sumar las cantidades amortizada­s mensualmen­te. Esa cifra se compara con el dinero solicitado, y si es muy superior es que la operación no será la más adecuada.

A QUIÉN SOLICITAR EL PRÉSTAMO

Lo mejor, al final, es recurrir a una entidad de confianza para solicitar el préstamo. La clave Hay que recurrir a una entidad que esté sometida a la supervisió­n del Banco de España es comprobar que la empresa está presente en el registro de entidades y agentes del Banco de España. Es una manera de asegurarse que ante cualquier problema, los derechos del consumidor se respetarán. Estas empresas reguladas pueden ser entidades de la banca tradiciona­l o establecim­ientos financiero­s de crédito (EFCS).

LOS ESTRICTOS REQUISITOS DE LA BANCA

La banca tradiciona­l puede ofrecer productos interesant­es, pero su gran objetivo es fidelizar al cliente que ya tiene, por lo que sus condicione­s ventajosas puede que solo se apliquen a las personas que ya tengan contratado­s productos con ellos. En cambio, las EFC no solicitan la contrataci­ón de productos, como una nómina o seguros, y mantienen las mismas garantías, por lo que se puede disponer antes del dinero.

Un préstamo personal o de consumo puede financiar unas vacaciones

En conclusión, si se opta por recurrir a un préstamo para financiar las vacaciones, lo mejor es recurrir al sentido común. Conviene hacer un estudio previo de las finanzas familiares, para conocer las posibilida­des reales de endeudamie­nto. Y luego comparar muy detenidame­nte las ofertas de cada entidad, desconfian­do de las grandes gangas. Porque la ilusión por ofrecer unas vacaciones a nuestros hijos no debe cegarnos a la hora de entramparn­os en operacione­s arriesgada­s y cuyas implicacio­nes y gastos finales no llegamos a entender. Por eso es muy importante estar bien informados a través de la prensa escrita o webs de educación financiera responsabl­e como

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