Thomas Palley, autor de ‘From financial crisis to stagnation’ “La meta de inflación europea debería subir”
El keynesiano Thomas Palley es uno de los cerebros económicos de la izquierda demócrata y de los teóricos del think tank New America Foundation, además de economista jefe de la comisión Estados Unidos-China . Su libro From financial crisis to stagnation (De la crisis financiera al estancamiento), editado por Cambridge University Press, es una crítica demoledora a la ortodoxia.
Estamos en un punto de inflexión ideológico con la retórica antiglobalización de Trump, Brexit... y el FMI da la sensación de que quiere defender sus posiciones en áreas como el comercio y la inversión liberalizada. El FMI es una institución difícil de descifrar. Tiene tres caras distintas. La cara política, la de Christine Lagarde. Luego está la investigación macroeconómica. Y los equipos en cada país. No hay apenas sintonía entre ellas. El departamento de investigación está dispuesto a alejarse bastante de la ortodoxia en áreas como controles de capital o la desigualdad y su relación con el crecimiento, lo que sirve como colchón a la institución en el debate publico. Pero si sus ideas llegan a los equipos que elaboran los programas in situ como en Grecia, es otra cosa. Estos equipos son los mas retrógrados. Están anclados en el pasado neoliberal ortodoxo. La mayoría de los países están forzados a hacer ajustes estructurales pese a lo que diga el departamento de investigación.
¿Trump cambiará la relación con las instituciones multilaterales y los acuerdos comerciales? Trump está en diez sitios a la vez. No tiene una visión más allá de acumular su propia riqueza. Pero tiene intuición y sabe que la gente está harta e iracunda. Es absurdo que un millonario surfee en este momento populista, pero así es. Hay contradicción entre sus intereses económicos y políticos. La retórica contra el FMI y las otras instituciones multilaterales creo que no tiene mucha sustancia porque los intereses económicos de Trump y sus aliados han sido bien atendidos por el FMI. Defenderá la globalización a no ser que haya fuertes presiones desde abajo. Ya se ha echado atrás en sus críticas a China por la manipulación de la divisa. Gran parte de las multinacionales estadounidenses se benefician de la infravaloración de la tasa de cambio, y el compromiso de revisar el Tratado de Libre Comercio con México no parece que sea más que maquillaje. Hay que entender esto como un circo
DONALD TRUMP “No tiene una visión más allá de acumular su propia riqueza, pero tiene intuición”
EL EURO “El sistema monetario se diseñó bajo premisas neoliberales que ya están desacreditadas”
más que un verdadero rechazo al modelo liberal. En políticas del ámbito nacional, Trump es desvergonzadamente neoliberal.
Pero parece que emerge un nacionalismo económico tanto en Europa como en EE.UU. respecto a un electorado que se siente defraudado por la globalización. Este es un momento populista, desde luego. Y no lo digo en un sentido despectivo. Los medios mainstream califican el populismo como un peligro. Pero es una expresión del descontento y de la ira popular que creo que está perfectamente justificado. El problema es en qué sentido va a ir.
¿Es posible convertir la zona euro en un área en la que se pueda adoptar políticas de expansión de empleo y crecimiento? Creo que habría que hacer un federalismo fiscal, pero esto no es factible en estos momentos. Y es contraproducente plantearlo por la resistencia política. Es muy difícil lograr apoyo a las transferencias de un país a otro en la zona euro. Lo que hay que arreglar es el euro, que no es lo mismo que la zona euro.
¿De qué manera? El euro es la divisa, y los fallos del diseño del sistema monetario están perjudicando el rendimiento macroeconómico de la zona euro. Pero se puede arreglar. El sistema monetario europeo se diseñó bajo una serie de premisas neoliberales que ya están desacreditadas. Creo que hay que establecer una unión de financiación en la que una autoridad financiera tendría capacidad para emitir bonos. Esto daría espacio fiscal a los países. Hay que buscar una obligación que no requiera subvenciones de países como Alemania. Los alemanes no admiten transferencias desde un contribuyente alemán hasta un contribuyente italiano. La solución es emitir deuda y repartirla entre los países de la zona euro. Un país podría recomprarla o usarla según sus necesidades. Sería una financiación creativa que facilitaría espacio fiscal a un país, pero sin subsidiarlo con transferencias.
¿Y en política monetaria? Hay que subir la meta de inflación del Banco Central Europeo por encima del 2% hasta el 3% o incluso el 5%. Si se logra reactivar la economía se puede generar apoyo a la unión fiscal. España puede estar en una recuperación, pero la zona globalmente seguirá con un rendimiento por debajo de sus posibilidades.