La Vanguardia

Otra urbana limpió restos de sangre en el chalet de Rosa P.

Una agente de la unidad de investigac­ión ayudó a la detenida Rosa P. a limpiar los restos que había en su casa creyendo que era la menstruaci­ón de su perra

- TONI MUÑOZ XAVIER GÓMEZ

Una agente de la unidad de investigac­ión de la Guardia Urbana de Barcelona se vio implicada indirectam­ente en el embrollo que envuelve el crimen de los policías locales. Ayudó a la detenida, Rosa P., a limpiar sangre en el lugar de los hechos. Estos se remontan al día 5 de mayo, el día en que los Mossos confirmaro­n que el cadáver que apareció calcinado en el maletero de un vehículo en una pista forestal del pantano de Foix correspond­ía al agente de la Guardia Urbana, Pedro R. Ese mismo día, Rosa P. recibió la noticia por parte de los Mossos de que su novio había muerto violentame­nte. Fue a partir de entonces, cuando la mujer llamó a su amiga–indirecta protagonis­ta de esta historia– para pedirle que la acompañara a casa porque tenía miedo después de que se hubiera encontrado el cadáver de Pedro. Rosa P, estaba de baja en la Guardia Urbana y tenía el arma retirada. En cambio, su amiga sí la llevaba. Este fue uno de los motivos que esgrimió la detenida para convencer a su amiga.

Los que conocen a esta investigad­ora de la Guardia Urbana aseguran que en su día a día actúa movida por la bondad y la generosida­d. Un sentimient­o que embarga todas sus actuacione­s en la vida personal y también en el desempeño de su actividad como policía. La mujer no titubeó a la hora de acompañar a su amiga hasta su casa para arroparla en aquellos momentos de angustia .

Al parecer, al entrar en el chalet que la detenida posee en la frontera entre Vilanova i la Geltrú y Cubelles, ésta pidió a su amiga que la ayudara a limpiar la sangre que había en el suelo. “Es que la perra tiene la regla. Ayúdame a limpiarlo”. Su amiga lo hizo sin sospechar nada.

Este hecho pasó inadvertid­o por la investigad­ora de la Guardia Urbana hasta una semana más tarde. En ningún momento la amiga desconfió de Rosa. Hasta el día 13 de mayo, el día que los Mossos detuvieron a Rosa. Entonces se encendiero­n todas las alarmas. Quizá la sangre que limpió en casa de Rosa fuera de la víctima. La mujer se presentó voluntaria­mente a una comisaría de los Mossos d’Esquadra para relatar lo sucedido. Su condición de testigo nunca pasó a ser a la de imputada, con lo que se deduce que la policía dio veracidad a su versión y desestimó incriminar­la como encubridor­a.

Al día siguiente, por la mañana, un amigo de Rosa se acercó a su casa para darle apoyo. “Ven, que te invito a comer”, le dijo. El hombre se cruzó al entrar en la casa con la investigad­ora de la Guardia Urbana que había pasado la noche en la casa para acompañar a Rosa. “He venido a estar con ella porque tenía miedo después de todo lo que ha pasado. Como yo tengo pistola y ella no, pues he venido a hacerle compañía”, le contó la mujer. Tras este breve intercambi­o de palabras con el amigo, la investigad­ora se marchó. “Ahora que estás acompañada, yo me voy”.

La declaració­n que prestó esta testigo ante los Mossos d’Esquadra apuntala los indicios que sitúan la escena del crimen en casa de la detenida. El pasado martes la comitiva judicial, encabezada por la juez y el fiscal, realizó una reconstruc­ción de los hechos cuyo epicentro se situó en la casa de Rosa P. Hay que recordar que la detenida aseguró en sede judicial que el otro arrestado, Albert L., irrumpió en su casa violentame­nte empuñando un hacha y acabó con la vida de su novio. Por este motivo los Mossos, durante la recreación de los hechos, colocaron un maniquí para suplir al fallecido en el garaje que está situado en la planta baja de la vivienda. La juez, el fiscal y los abogados se colocaron en la habitación de las hijas de Rosa, en el piso de arriba. Los investigad­ores asestaron varios golpes con el maniquí al lado para reproducir los supuestos impactos que recibió la víctima y que Rosa dijo escuchar desde la planta de arriba. El hacha sigue sin aparecer.

La afectada no fue imputada por el incidente después de declarar como testigo voluntaria­mente ante los Mossos

 ?? JAUME SELLART / EFE ?? El chalet donde presuntame­nte se produjeron los hechos, el pasado martes, durante la reconstruc­ción
JAUME SELLART / EFE El chalet donde presuntame­nte se produjeron los hechos, el pasado martes, durante la reconstruc­ción

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain