Preocupación en Ciudadanos por la fuga de cargos municipales
Las dos Castillas, Andalucía y València son las comunidades más afectadas
Ciudadanos empieza a pagar la factura de su rápida expansión territorial, de la falta de vocación política de algunos de los fichajes de urgencia para las municipales de 2015, y, en cierto modo, de su giro hacia el liberalismo, con numerosos casos de deserción de cargos territoriales.
Los buenos sondeos en España, que auguran a Albert Rivera una ligera subida que consolidaría la formación en el Congreso, y en Catalunya, donde Arrimadas tiene opciones de ser la segunda fuerza por delante del PDECat, contrastan con los múltiples incendios territoriales que la dirección debe sofocar.
La última crisis se ha registrado en València, donde cuatro diputados autonómicos, liderados por el exportavoz Alexis Marí, marido de la eurodiputada Carolina Punset, enfrentada a Rivera, se han pasado al grupo mixto. Cs teme que estén pensando sumarse al pacto de gobierno formado por el PSC y Compromís y les exige que dejen el partido y entreguen el acta.
Pero es en la política municipal donde la sangría de tránsfugas y deserciones es más notable. Alrededor de 150 concejales, de los 1.527 que Cs obtuvo en 2005, han abandona el partido, muchos de ellos conservando el acta en el consistorio y dejando así a Cs sin posibilidad de reemplazarlos. Los territorios más afectados por esta “epidemia” son Castilla y León y València, con más de una treintena de casos cada uno, seguida de Castilla-La Mancha y Andalucía. En esta comunidad, donde los sondeos también indican una subida de Cs en el parlamento autonómico aprovechando la debilidad de Susana Díaz tras su derrota en el congreso del PSOE, no es una excepción. Este junio el partido se ha quedado sólo con 18 concejales en las capitales de provincia y ha perdido la representación en las diputaciones de Huelva, Jaén y Cádiz. Concretamente en el Ayuntamiento de Jaén, Cs perdió los tres concejales después de que la dirección nacional les expedientase por haber pactado con el PP un aumento de los sueldos del Consistorio.
En Andalucía como en otras comunidades muchas de las deserciones se deben a la incapacidad de la estructura del partido de gestionar los conflictos internos. Influye asimismo las decisión tomada por el congreso de Cs de no entrar en los gobiernos municipales, lo que ha llevado a algunos de sus ediles, tentados por el cargo, a dejar la disciplina naranja para incorporarse en gobiernos de otro color. Pero hay más causas, según varias fuentes de Cs consultadas. Una de ellas fue la “gestión de personal” en la formación de urgencia de las candidaturas municipales. En aquellos territorios donde Cs apenas tenía presencia, ciertas personas que engrosaron las candidaturas apenas tenían vocación política y poso ideológico, mientras que otras cargaban sobre sus espaldas controvertidas experiencias en otros partidos como UPyD. Una combinación de perfiles que, dos años después, ha resultado ser explosiva.
Asimismo, el giro liberal aprobado por la asamblea general del Cs y el pacto con Rajoy ha generado internamente la sensación de que el partido se escora demasiado a la derecha. Ese ha sido uno de los reproches de Punset a Rivera y de las causas de la rebelión de los cuatro diputados. En Cs algunas voces apuntan la posibilidad que surja un nuevo partido que se nutra del sector socialdemócrata. Recientemente,
Maneiro y Robles ultiman proyectos que podrían aprovechar el descontento del sector socialdemócrata
Gorka Mainero, ex-UPyD, en estos momentos impulsando la Plataforma Ahora, dejó entrever en Twitter futuros movimientos: “Mi solidaridad con todos los progresistas que hoy se siente huérfanos. Vamos a hacer algo grande...”. Y esta semana, Antonio Robles, uno de los dirigentes impulsores de Cs, presentará en Madrid un nuevo partido, Centro Izquierda de España (dCIDE), que aspira también a ocupar ese espacio.