Poderío de proximidad
En los círculos culturales locales suelen destacarse del festival Cruïlla sus virtudes extramusicales: es barato (40 euros adquiriendo el abono con antelación), evita la masificación (se marca un techo de público), apuesta por la solidaridad (las entradas pueden añadir dos euros que se entregan a Amnistía Internacional), por la comida sana y para minorías (con alimentos sin gluten, para veggies…), por la familia (los menores de 15 no pagan)…
Todos esos rasgos están muy bien, pero son la guarnición, el accesorio: sin artistas serían un picnic. Y no.
El Cruïlla llega un año más (7, 8 y 9 de julio en el Parc del Fòrum de Barcelona) con una poderosa batería de argumentos musicales. Desde los Jamiroquai, tras siete años de ausencia, hasta Ryan Adams, que no pisa nuestro asfalto desde febrero del 2002, o Steven & The Disciples of Soul. El tal Steven no es otro que Van Zandt, uno de los históricos guardaespaldas de Bruce Springsteen en la E-Street Band, que visita la ciudad por primera vez en solitario, aunque su jefe tenga un idilio con Barcelona desde hace décadas. Steven y los suyos, además, vienen a presentar su último trabajo.
Lo mismo que los Pet Shop Boys, que acaban de estrenar el show de su disco Super, o nuestra entrevistada Ani DiFranco, una voz tradicionalmente crítica, que gana agudeza en los tiempos de Trump y que trae su
Binary –otro disco nuevo en el Cruïlla– a Barcelona.
Otras perlas de la cita son el experimento entre el rock progresivo de Toundra y una de las grandes últimas joyas del flamenco, El Niño de Elche, que juntos ofrecerán Exquirla ;oDellé, el vocalista de los reggaes Seeed, que el año pasado la liaron parda con sus ritmos en el mismo Cruïlla; o el sueco Aronchupa, alias de Aron Michael Ekberg, que se ha convertido en un gran dj tras quitarse los guantes: durante algunos años fue portero del Byttorps IF, de la cuarta división sueca. También van a estar los Two Door Cinema Club, y el poderoso Benjamin Clementine, y El Petit de Cal Eril, y los Txarango, y el alma de Standstill, Enric Montefusco, y Youssou N’Dour, y la cumbia irresistible de Nicola Cruz…