Mondelo, un fenómeno

La primera palabra que viene a la mente cuando tienes ocasión de tratarle en las distancias cortas es campechano. Pero es mucho más que un tipo amable. Le acompaña el ingenio en el mensaje pero, sobre todo, se ha convertido en un fenómeno. No hay entrenador en el baloncesto femenino como Lucas Mondelo. Allá donde va, triunfa. Las Laia Palau, Marta Xargay, Alba Torrens, Anna Cruz o Sílvia Domínguez tienen todo el mérito del mundo, pero detrás de ellas está también el trabajo de este técnico barcelonés de origen gallego, hijo de un matrimonio de inmigrantes como tantos otros. Mondelo se convirtió anoche en campeón del Eurobasket dos meses después de conducir al Dynamo de Kursk a conquistar la Euroliga en su primera temporada en Rusia. Bajo su mando la selección española ha pisado el podio en sus últimos cinco campeonatos. Una regularidad aplastante fundamentada en unas jugadoras de talento contrastado pero, por encima de cualquier otra virtud, en el espíritu de grupo. Ahí desempeña un papel fantástico Mondelo, que mantiene una conexión maravillosa con Palau y que es capaz de ir a trabajar a China y lograr tres títulos, como antes hizo triunfar al Perfumerías Avenida de Salamanca o cosechó éxitos en el Olesa. Juntos, el técnico y sus jugadoras, han conformado un colectivo insaciable, inconformista y con carácter. El año pasado les faltaba Sancho Lyttle, un pilar bajo los aros, y lo suplieron dando todas un paso al frente. Esta vez contaban con la pívot y la supieron aprovechar para equilibrar todavía más su juego. Torrens, certera, aguijoneando desde fuera, Xargay mostrando su importancia en los dos lados de la cancha, Cruz presta a canastasmilagro y Laura Nicholls cargando el rebote con el corazón. En el banquillo, siempre Mondelo.